Intensidad. Dos horas de intensidad. Esa es la palabra que define los entrenamientos últimos en Lezama, sobre todo el de ayer por la tarde. Marcelo Bielsa está llevando a cabo una minipretemporada a marchas forzadas para que sus jugadores lleguen a punto, física y mentalmente, a la final de Copa. La de ayer volvió a ser otra sesión preparatoria -hoy vuelven a ejercitarse a partir de las 10.00-, en la que el argentino estuvo muy encima de sus hombres, exigiéndoles y corrigiéndoles al máximo.

La preparación que ha planeado el rosarino parece tan metódica que, incluso, ayer los jugadores quedaron concentrados. El propio Javi Martínez, en su twitter, escribía una hora después del entrenamiento: «No hemos podido parar a firmar porque vamos en bus al hotel concentrados hasta mañana... Lo sentimos!!». Todo parece apuntar a que Bielsa quiere abstraer al máximo a los jugadores de la euforia del entorno que a la postre se volvió contra ellos en la final de Bucarest.

Una sesión en la que el técnico ya dejó entrever que los once que salten al Vicente Calderón serán los de gala, el once que mejor conoce la afición. Jon Aurtenetxe ya parece totalmente recuperado y Bielsa saldrá con todo, un lujo cuando se afronta el último partido de la temporada y el técnico dispone de todos sus titulares, al contrario que le ocurre a Guardiola, sin Puyol ni Alves.