OLAIZOLA I 18

IDOATE 22

Mikel Idoate volverá a disputar las semifinales del Manomanista por segundo año consecutivo, después de imponerse ayer en un partido bastante enrevesado a un Asier Olaizola que cometió demasiados errores, algunos de ellos además de bulto, para acceder a cotas tan altas de un campeonato tan complicado.

Apenas un año después de haberlo hecho en el Astelena eibartarra, los caminos del zurdo de la Txantrea y del diestro de Goizueta volvieron a cruzarse en cuartos de final del Manomanista y, aunque la victoria volvió a caer del lado del más joven, el desarrollo del partido resultó tan antagónico como el camino que uno y otro habían recorrido hasta cuartos de final.

Si el año pasado un Mikel Idoate que llegaba eufórico desde lo más bajo del cuadro pasó por encima de un Asier Olaizola desencanchado, ayer, tras una temporada con más oscuros que claros, tuvo que ampararse en su capacidad de sacrificio para salir vivo de un partido con múltiples trampas en forma de encontronazos, estorbadas y peticiones de atxikis, en el que se impuso el que menos errores cometió al final.

A tacadas

Como viene siendo habitual en esto del Manomanista, el partido se desarrolló a tacadas, con el saque marcando para dónde caerían los tantos. Comenzó fuerte Asier Olaizola ante un Mikel Idoate agazapado y que notó la presión del debut. El de Goizueta mandaba con cierta solvencia (4-0), pero se dejó la iniciativa en un resto que Idoate le dejó a placer pero que, con toda la cancha para él, mandó a la contracancha en un error de bulto.

No fue el único, ya que varias pelotas francas falladas con su derecha y los problemas para restar los saques de Mikel Idoate permitieron que el de la Txantrea se fuera prácticamente directo al cartón 14, con las primeras polémicas, como la vuelta decretada por los jueces en el 4-3 y alguna queja de Asier Olaizola a alguna volea de Idoate al filo del reglamento.

A partir de ese instante, el partido se enredó aún mucho más. Primero Olaizola I se retiró a vestuarios con algún problema en el glúteo y después con un encontronazo entre la nuca de Idoate y la cara del de Goizueta, con 8-16 en el marcador y tras el que, en vez de ordenar repetir el tanto como parecía adecuado, los jueces concedieron el tanto colorado, dando pie a la remontada del de Asegarce.

Aprovechando el desconcierto que la jugada causó en su rival y sacando provecho a su potente derecha, los mejores momentos de Asier Olaizola le permitieron volver a meterse en el partido, llegando a acercarse a un solo tanto (15-16), escogiendo el peor momento para repetir uno de esos errores a pelotas sin complicación que terminaron por minar sus opciones.

Con el cansancio pasando mella y la lógica tensión, ninguno de los dos pelotaris acertó a llevar al partido al ritmo que más le convenía. Los brazos comenzaron a encogerse y en una fase final desacertada por ambos bandos, Mikel Idoate tuvo la fortuna de cara con un par de escapadas que se convirtieron en las mejores dejadas posibles -anteriormente ya había tenido alguna más que le favoreció- que acabaron con la resistencia de Asier Olaizola.

Sin demasiada brillantez, pero sabiendo sufrir, Idoate aguarda al resultado del Xala/ Irujo para conocer a su rival.