Un atentado suicida con coche bomba golpea por primera vez Deir Ezzor
Un atentado suicida con coche bomba golpeó ayer por primera vez la ciudad de Deir Ezzor dejando al menos nueve muertos en una nueva escalada de la violencia en Siria frente a la cual la incapacidad de la llamada comunidad internacional sigue siendo manifiesta.
GARA | DAMASCO
Un atentado suicida mató ayer a nueve personas e hirió a otras 100 en Deir Ezzor, una ciudad del este de Siria afectada por primera vez por este tipo de ataques desde el inicio de la revuelta popular contra el Gobierno de Bashar al-Assad.
Según la agencia oficial siria SANA, un «terrorista suicida» hizo estallar un automóvil cargado con una tonelada de explosivos. Entre los fallecidos figuran civiles y un guardia de seguridad de una dependencia del complejo militar situado en la zona, a la que acudió un equipo de observadores de la ONU para inspeccionar las circunstancias del atentado.
Un testigo aseguró a Sana que el terrorista hizo estallar un vehículo en un edificio de la Empresa de Construcciones Militares, lo que dejó un cráter de más de dos metros de profundidad.
Una gran columna de humo se elevó en el lugar del ataque, el barrio de Masaken Ghazi Ayyash, donde se registraron cuantiosos daños materiales en edificios y vehículos, según las imágenes difundidas por la televisión siria.
El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) afirmó que el atentado ocurrió en una calle donde están instalados un órgano de inteligencia militar y aérea, así como un hospital militar.
Inmediatamente, como hace cada vez que ocurre un hecho similar, la oposición siria imputó al Gobierno «la entera responsabilidad» por este ataque así como por «todos los otros atentados criminales» que han sacudido a Siria recientemente.
Para el Consejo Nacional Sirio (CNS), «este atentado criminal forma parte de un plan del régimen para propagar el caos en Siria, después de que ha fracasado en su represión al pueblo», declaró a Efe la dirigente del CNS Basma Qadmani. Agregó que ningún grupo opositor sirio con el ataque y pidió la creación de un equipo internacional de investigación para determinar quiénes son sus responsables.
Atentados similares ya han sacudido anteriormente la capital, Damasco, y Aleppo, la segunda mayor ciudad del país. El 10 de mayo, un doble atentado mató a 55 personas en Damasco.
La mayoría de esos ataques han sido reivindicados por grupos prácticamente desconocidos, como el Frente Al-Nusra.
En otros puntos del país, la violencia se cobró ayer la vida de diez personas, según el OSDH. Siete civiles y dos desertores murieron a manos de las fuerzas de seguridad, mientras que hombres armados mataron al hermano de un responsable del gobernante partido Baaz en la región de Deir Ezzor.
El presidente de EEUU, Barack Obama, señaló ayer que los líderes del G8 consideran que «el plan de Kofi Annan se debe aplicar de forma completa y que el proceso político tiene que avanzar de manera más oportuna» en Siria y expresan «su profunda preocupación» por la violencia en el país.