Las cimas de Urko y Kamalua son dos referentes clásicos del montañismo eibarrés. La mayor parte de los numerosos ascensos que reciben ambas elevaciones arrancan de la capital armera. Sin embargo, estas dos montañas se encuentran sobre la línea de la muga con Bizkaia, cuya vertiente es mucho menos utilizada para acceder a las mismas.

Esta opción ofrece, sin embargo, interesantes itinerarios desde el fondo de la cuenca del Artibai que vamos a seguir en nuestra travesía de hoy.

El barrio de Barinaga de Markina-Xemein será el punto de partida de nuestra excursión (129 m). Tras aparcar frente a la parroquia de San Pedro, iniciamos la andadura desde la parte trasera de la iglesia por una estrecha carretera ascendente que nos lleva hasta la proximidad del cementerio. En misma curva del camposanto encontramos una langa de madera que nos da acceso a un estrecho sendero que se interna en el pinar. Tras un ascenso por el bosque se cruza ante nosotros una pista, en la que veremos un rústico letrero de madera que indica la dirección a seguir hacia Urko (11 min). De nuevo a través del bosque, seguimos ganando altura tras cruzar una langa.

Llegamos así a cruzarnos con una pista cementada que llega a los caseríos de Oregibarri (30 min) y, tras pasar frente al de Astorregi, concluye en los terrenos del caserío Oregi (420 m) (45 min). Acabado ya el hormigón, unos metros más adelante, ignoraremos una pista que se nos cruza para abordar al frente un sendero apenas perceptible al inicio que vuelve a internarse bajo la sombra del bosque de coníferas. Poco más adelante una sucesión de eucaliptos romperán la hegemonía de los pinos.

La ruta convertida en pista mantiene en todo momento las alturas del cordal que en dirección sur nos va aproximando a la cima de Urko. Cruzamos un paso con un somier convertido en langa, para proseguir, ya por terreno más abierto, en paralelo a una alambrada que va marcando la muga entre Bizkaia y Gipuzkoa.

Tras bordear el altozano de Irumugarre, un ligero descenso hacia un collado marca el inicio de la fuerte subida final a Urko (1,30 h), a cuya cima accederemos por un sendero evidente siguiendo el perfil de la cresta.

Llegamos a la cima de Urko (795 m) (1,45 h). Los panoramas se abren a ambas vertientes: a un lado la guipuzcoana con el núcleo de Eibar ocupando el valle y al otro, el paisaje mucho más rural del valle del Artibai buscando por las laderas vizcaínas su salida hacia el mar.

Hacia Kalamua

La continuación de la ruta nos lleva por la cresta NE siguiendo un marcado descenso hacia el collado de Ixua, cruzado por la carretera que une Markina y Eibar (510 m) (2,05 h). Al otro lado de la carretera pasamos junto a la ermita de San Pedro hasta llegar por un tramo asfaltado hasta el cercano collado de Isurtza (1,50 h). Aquí nos encontramos frente a un cruce marcado por un indicador. Siguiendo sus referencias podremos optar por tomar la ruta que asciende a Akondia y mantiene el redondeado perfil de las alturas en nuestra ruta hacia Kalamua, o tomar la pista que se abre a la izquierda y que llegará más cómodamente al mismo destino, pero bordeando las laderas boscosas.

Por ambas alternativas confluiremos en el collado que abre el paso hacia lo alto de Kalamua, que alcanzaremos siguiendo el amplio pasillo herboso que desemboca en la cumbre, coronada por un vértice geodésico (771 m) (2,40 h).

Para completar la excursión observaremos el perfil que se desprende de la cima en dirección NO y por el que vamos a iniciar el descenso dejando a la izquierda un bosque de cipreses Lawson. El sendero se interna en el pinar ya convertido en pista y acomete un fuerte descenso que desemboca frente a una langa metálica (3,10 h). Al otro lado nos encontramos con una pista hormigonada por la que proseguiremos brevemente el descenso hasta superar una curva a la izquierda. Poco más adelante será el momento de dejar el hormigón y derivar a la derecha por una pista balizada que pasa poco después a convertirse en un tramo calzado, único resto del antiguo camino.

Al llegar a un indicador, dejamos el cruce que desciende hacia la ermita de Santikrutz, para seguir las marcas del PR-23, que nos encaminará hacia un gran caserío abandonado. A partir de aquí, la pista cementada nos conduce hasta el puente que cruza el cauce del Urko erreka (3,55 h). Solo nos quedará ya recorrer poco más de 1 km por la BI-395 para retornar a Barinaga (4,10 h).