En una breve declaración hecha pública ayer por Bankia, Goirigolzarri explica que el Estado va a inyectar capital en Bankia «y la obligación de una compañía cuando recibe capital, sea de quien sea, no es devolver dicho capital, sino ser capaz de generar valor y ofrecer rentabilidad a esa aportación».

En este sentido, marcó como «prioridad» de los nuevos gestores de Bankia «hacer una gestión eficiente, austera y transparente» que genere valor.

«Esa será la mejor manera de que el Estado, cuando lo considere oportuno y mediante el mecanismo que desee, pueda vender las acciones que va a tomar de Bankia al mayor precio posible con el consiguiente beneficio para los contribuyentes», concluye Goirigolzarri.

Según declaró el presidente de Bankia en la rueda de prensa ofrecida el sábado, el Estado aportará el dinero a través de capital y no se articulará a través de préstamos, por lo que subrayó que «no hay que devolver nada, hay que crear valor».

Goirigolzarri aseguró que su objetivo es convertir a Bankia en una entidad «sólida, eficiente, rentable y líder» tras el plan de saneamiento y recapitalización por el que recibirá un total de 23.465 millones de euros de dinero público, cantidad que incluye los 4.465 millones recibidos en la primera ronda de ayudas públicas del Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) en 2010.

«Contaminar» al sector

A medida que se van conociendo los detalles del rescate de Bankia, se suceden las reacciones, como la del secretario de Organización del PSOE, Oscar López, quien criticó al Gobierno de Mariano Rajoy por el proceso de nacionalización y aseguró que «se ha hecho tan mal» que «va a contaminar» al resto del sistema financiero español.

Así, indicó que el Gobierno español «ha nacionalizado el cuarto banco de este país y en tres semanas» sin que nadie haya «dado explicaciones en profundidad sobre qué ha pasado, hacia dónde se va y cómo se va a financiar la operación».

Ante esta actitud, el PSOE pidió «transparencia, responsabilidad y garantías» al Ejecutivo, señaló López, quien insistió en que «no se conoce una gestión peor que haya generado más desconfianza que la que ha hecho Rajoy con Bankia».

Del mismo modo, apuntó que «la banca pública no significa que los ciudadanos socialicen las pérdidas de los bancos» y señaló que el Gobierno «tiene que garantizar que en el futuro esos recursos no tendrán un coste para los ciudadanos» y tiene que garantizarlo explicando la operación en el Parlamento.

Reacciones en Euskal Herria

También los partidos vascos se han referido este pasado fin de semana al proceso de nacionalización de Bankia. El parlamentario del PNV Ricardo Gatzagaetxebarria, quien también solicitó una investigación parlamentaria, aseguró que la intervención del Estado va a tener consecuencias «tremendas». «Tiene un costo tremendo para la Estado y la consecuencia es que está en una situación de cuasiintervención. Si desde mayo de 2010 tiene una tutela de la Unión Europea, la intervención de Bankia supondrá un mayor costo financiero», destacó.

En este sentido, afirmó que el Estado deberá pedir dinero a los mercados, aumentando sus gastos financieros y mostró sus dudas de que el Estado español tenga «capacidad», lo que puede obligar a una «tutela total de la Unión Europea. España va a ser intervenida porque España interviene a los bancos», dijo.

Por su parte, el parlamentario del PSE Txarli Prieto aseguró que Bankia «es un engendro y criatura del PP. Es lo que resulta de una lucha política entre ellos por repartirse el control de ese ente financiero», dijo.

Por el contrario, el parlamentario del PP Carlos Olazabal acusó al Gobierno de Rodríguez Zapatero de haber permitido falsear la realidad contable de los bancos y de «eximir de la exigencia a los administradores en los procedimientos concursales al caducar a los dos años».

Olazabal reconoció que los ciudadanos «podemos estar indignados» por la situación creada, «pero otra cosa es que el `marrón' lo tenemos».

Por su parte, el parlamentario de Aralar Dani Maeztu subrayó la existencia de un «déficit democrático en el sistema» que ha permitido «falsear las cuentas en un mercado especulativo».

Tras recordar que en países como Islandia se ha enjuiciado a los responsables, planteó que en el Estado español «se debiera dejar caer a bancos ya que los pequeños depósitos están garantizados por el Banco de España. Seguir rescatando con el dinero de todos es indecente», subrayó.