Se acabó el sueño para el Amorebieta. De manera dolorosa, como siempre que uno se ve privado bruscamente de su ilusión, pero con la cabeza muy alta. Algo que no servirá de consuelo hoy, cuando los azules seguirán rumiando el desenlace de una eliminatoria en la que tenían depositada mucha confianza, pero sí en cuanto pase el calentón. La despedida del cuadro vizcaino del play-off ha estado a la altura de su primera temporada en Segunda B, en la que han estado entre los mejores por méritos propios. Los palos y la gran actuación de Pagola impidieron su entrada en un grupo aún más selecto.

Necesitaba el Amorebieta neutralizar la ventaja andaluza y lo consiguió de inmediato. Devolviendo la moneda por lo sucedido en Urritxe, en dos minutos se adelantaba en el marcador, al ganar Muniozguren la espalda a los centrales para recibir un balón en largo y batir a Pagola. Los vizcainos volvían a estar en el bombo de la segunda eliminatoria. Reaccionó con fuerza La Balona, pero los hombres de Axier Intxaurraga se defendían con uñas y dientes, dejándose además tiempo para amagar con el segundo al contragolpe.

Las cosas se pusieron mejor a la media hora, cuando Guerra veía la roja directa por soltar un codazo a Muniozguren. Intentó aprovecharlo el Amorebieta, que pudo ampliar su ventaja con una escapada de Larreategi y un remate de Odei que se marchó al palo.

El dicho se cumplió y hubo que lamentarse porque la respuesta gaditana llegó en forma de empate. Un rechace de Etxebarrieta lo recogía Ocaña en la frontal, empalmando a las mallas. Tablas en el descanso y prohibida la especulación, sobre todo por parte local, en el segundo tiempo.

Pero fue el Amorebieta el que buscó con más ganas el gol que dejase la eliminatoria de su lado. Volvió a avisar Odei, que esta vez se encontró con Pagola. Y volvió a golpear, lamentablemente, el cuadro andaluz. Alaña derribó a Bello y Ocaña no perdonó desde el punto de penalti.

Ahí sí se volcó definitivamente el cuadro de Intxaurraga, frente a un anfitrión que sufría encerrado en su área. Los minutos transcurrieron pero no bajó la intensidad de los azules, que todavía en el minuto 92 enviaron otro balón al palo, esta vez con la firma de Alberdi. Pero lamentablemente no era el día. El acierto no estuvo a la altura del equipo.