Faltan quince días para que acabe el plazo en el que poder presentar candidaturas a la presidencia de Osasuna y la plancha liderada por Javier Zabaleta trabaja a destajo para conseguir unos avales bancarios que le permitan cumplir con su objetivo. Pero la tarea se presenta ciertamente ardua, como reconoce el propio Zabaleta a GARA, entre otros motivos por la actual crisis económica.

«Estamos negociando con entidades bancarias, de momento navarras, pero ello implica gestiones importantes, te piden requisitos, aclaraciones, nuevos planteamientos y eso nos está retrasando», admite. «Nuestra urgencia es máxima, pero no depende de nosotros. Es probable que desde alguna de las partes contactadas tengamos contestación esta semana, pero existen más y eso lo hace más complejo, obliga a que todas estas entidades hablen entre sí», añade para reconocer el grado de complejidad de la operación.

«Marcha atrás»

Las dificultades no solo se ciñen a la consecución de los avales bancarios, sino también a la conformación de la junta directiva, cuyo número también está directamente unido al aspecto económico. La idea de esta candidatura era construir un órgano rector compuesto por una veintena de personas, pero el nivel de compromiso se resiente en el momento en el que se habla de responder con los propios bienes. «Ahora mismo, estamos algo más de la mitad de ese número que queremos. El principal obstáculo es poner los avales, cuando sale el tema, gente que estaba animada da marcha atrás», asume.

Una carrera contrarreloj de la que culpa a Pachi Izco, «quien si en noviembre tenía tomada la decisión de no seguir y quería facilitar la participación, parece más razonable que la convocatoria de elecciones se hubiese realizado entre febrero y abril», apostilla Zabaleta.