El Ibex deja mayo atrás con una caída acumulada del 13,14%, lo que eleva su pérdida anual hasta el 28,91%. Ayer acabó plano en los 6.089,90 puntos. Los índices de Londres (+0,18%) y París (+0,05%) repuntaban testimonialmente, mientras que Fráncfort (-0,26%) perdía terreno. El día, sin embargo, había comenzado en positivo por el duro castigo de sesiones anteriores y las expectativas de una respuesta más favorable desde Bruselas. Pero la reacción se frustró pronto, debido a la desconfianza creciente de los inversores de otros estados y la salida masiva de capitales en los últimos meses, tal como reveló el informe del Banco de España para el primer trimestre. Tampoco sentó bien la crítica severa del presidente del BCE, Mario Draghi, a la gestión del Gobierno Rajoy en la intervención de Bankia. Además, son cada vez más las voces que temen la expulsión del Estado español de los mercados de financiación. Y si el panorama ya era malo, desde Estados Unidos llovían malas referencias de creación de empleo privado, solicitudes semanales de desempleo, ventas de viviendas y actividad manufacturera. Así las cosas, el Ibex se contentó con no ahondar su pertinaz descalabro. Para ello contó con el apoyo de los grandes. Todos terminaron al alza, excepto Repsol (-0,94%). Entre ellos, destacaron Santander y Telefónica al recuperar más de un 1%. Las mayores pérdidas fueron para Sacyr (-10,16%), Bankinter (-6,09%), Indra (-5,83%) y Abengoa (-4,96%). Bankia detuvo su sangría con un avance mínimo del 0,19%. En París, BNP Paribas (+3,08%) y Safran (+2,30%) registraron los mejores balances.