Humala se enfrenta a un nuevo conflicto en Cajamarca
GARA | LIMA
Las autoridades y pobladores de la región Cajamarca, en el norte de Perú, reanudaron ayer sus protestas en contra del proyecto minero aurífero Conga en medio de una coyuntura de agitación social en el país que ha dejado dos muertos y decenas de heridos en la última semana. El 21 de abril, el presidente de Perú, Ollanta Humala, dio luz verde a Conga, pero puso nuevas condiciones a la empresa Yanacocha, la mayor productora de oro de Sudamérica, como cuadruplicar las reservas de agua, establecer un fondo social y crear 10.000 puestos de trabajo directos.
Humala anunció su decisión poco después de recibir el informe de un peritaje internacional sobre el impacto ambiental de Conga, rechazado por los cajamarquinos porque plantea desecar dos lagunas para explotar la mina y depositar los desechos mineros en otras dos.
Afirmó que Yanacocha, que tiene como socio mayoritario a la estadounidense Newmont, deberá atender la recomendación del peritaje de evitar que las lagunas Azul y Chica sean utilizadas como depósito. Los cajamarquinos, sin embargo, exigen que el proyecto sea declarado «inviable» porque dañará de manera irreversible sus reservas de agua.
La reanudación de las protestas en Cajamarca su suma a las movilizaciones de los mineros en la provincia de Espinar. La Defensoría del Pueblo ha señalado que en Perú existen unos 250 conflictos sociales vigentes.