Los integrantes del movimiento #YoSoy132 se declararon herederos de las crisis económicas, de los fraudes electorales, de las luchas estudiantiles de 1968 y 1971, de las represiones durante la guerra sucia de los 70, así como en Acteal, Atenco y Oaxaca, y de varios movimientos sociales. Uno de sus principales ejes políticos es evitar la reinstauración del viejo régimen, cuya cara visible es el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto.

En su primera asamblea interuniversitaria, exigieron un juicio político al presidente Felipe Calderón por los más de 65.000 muertos que ha dejado su lucha contra el narcotráfico; contra el abanderado del PRI por la represión en San Salvador Atenco en mayo de 2006 y contra la presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Eduación, Elba Esther Gordillo, por corrupción y dañar la enseñanza.

Reunidos en la Ciudad Universitaria, dieron la bienvenida a «la primavera mexicana, donde la juventud florece y no se detendrá hasta alcanzar sus sueños». En medio de un ambiente de fiesta, se pronunciaron por cambiar el miedo por esperanza, la violencia por armonía, la ignorancia por conciencia y la imposición por libertad.

Remarcaron que el movimiento debe permanecer activo después de las elecciones presidenciales del 1 de julio para que «gane quien gane» se le presione para que cumpla con una agenda nacional que beneficie a todos los mexicanos.

Delegados de 54 universidades públicas y privadas reclamaron «democracia, dignidad, justicia. Queremos paz, igualdad y educación. Ser libres y que los medios no impongan sus mentiras. Queremos que todos tengan acceso a la información y a la felicidad».

Dejaron claro que no desean el regreso de «un régimen político que practica la violencia de Estado, la represión, el autoritarismo, la corrupción, el encubrimiento y la coacción del voto».