Será el espíritu de la contradicción que anida en los genes, eso que se dice ahora sobre la bipolaridad, o incluso pueden ser brotes esquizoides mal asumidos, pero tengo un pensamiento dual y estereofónico que me atribula. Se ha empezado a tramitar un proyecto de ley que dejará a las comunidades autónomas del Estado español la posibilidad de privatizar sus señales televisivas. Lo puede hacer de manera total y absoluta, con cesión de parte de la producción o los servicios o en colaboración con otras entidades privadas. Una ley muy esperada por el PP, porque le da la salida más ventajosa para liquidar plantillas incómodas, ocultar déficits indecentes por su política de clientelismo, y la cesión o venta, una vez saneadas, a sus amigos y militantes para poder mantener el control ideológico o la machacona desinformación y manipulación de la realidad. Es una jugada bastante pensada, tienen mayoría absoluta y la van a llevar adelante porque son la parte más reaccionaria de la ultraderecha española.

Y aquí viene mi choque de ideas, mi confrontación interna, ni dualidad: me cuesta mucho apoyar unas televisiones públicas en las condiciones en las que se mantienen las actuales. No soy capaz de convencerme a mí mismo de que es bueno, necesario, mantener esos reinos de taifas partidistas y sectarios, poco saneados, despilfarradores y sin proyección. Pero sé que si no existen, lo que viene es peor. Va a ser más de lo mismo, no va a quedar ni un resquicio en nuestra superpantalla con cientos de canales que refleje asuntos políticos no del pesebre, movimientos sociales o temas de una mayor sutileza democrática.

No es que ahora se defiendan esos valores, pero se pueden reclamar. En lo laboral, los despidos, los recortes, teniendo su influencia clara, no parece que tenga que ser un sector privilegiado. Si hay hundimiento general, en este campo, tendrá que haberlo proporcionalmente. Por eso no sé qué decir. Y si miro a EITB más dudas. Seguramente todo se solucionaría con un depende centrista, centrado, equilibrado y equilibrante pata utiliza un lenguaje neutro y neutral, es decir, para quedar bien cuando no se sabe qué decir. El modelo actual es insufrible. El que se anuncia, peor. ¿O no?