El presidente de EEUU, Barack Obama, recibió ayer a su antecesor en el cargo, George W. Bush, en la Casa Blanca, para una ceremonia en su honor, en un momento en el que presidente, en plena campaña por su reelección, critica duramente la situación económica que heredó de Bush. El que fue el 43 presidente de Estados Unidos asistió al descubrimiento de su retrato oficial y el de su esposa Laura. La Casa Blanca señaló que Obama se alegraba de recibir a su antecesor, a pesar de sus «enfoques» políticos diferentes. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó que «creo que es público que los dos expresidentes mantienen buenas relaciones», Durante la misma conferencia de prensa, Carney, sin embargo, criticó a Bush sin nombrarlo para responder a las acusaciones del Partido Republicano por el aumento del déficit presupuestario en los tres años y medio de presidencia de Obama.

Obama no ocultó sus críticas contra el presidente republicano en su campaña en 2007-2008, pero rara vez se refiere a su predecesor directamente, prefiriendo hablar en sus discursos de «las políticas injustas de la última década».