Habrá desempate en la semifinal entre Caja Laboral Baskonia y Real Madrid
Nadie dijo que iba resultar fácil
Los de Ivanovic se escaparon tres veces, pero tras el 46-35, Sergio Rodríguez y Velickovic lideraron un parcial de 6-25 imposible de levantar a base de anotar varios triples. En los últimos minutos, los baskonistas bajaron los brazos. Mañana, a las 20.30, el desenlace.
CAJA LABORAL BASKONIA 66
REAL MADRID 76
Arnaitz GORRITI
Nadie dijo que fuera fácil. El Real Madrid tuvo la eliminatoria perdida, pero se agarró a sus opciones y forzó el desempate. Un 28-41 de la segunda mitad machacó a los de Dusko Ivanovic que no supieron ni cerrar el partido, ni controlar a Sergio Rodríguez y Velickovic, ni manejarse con el marcador en contra. Esta vez no hubo héroes, unos héroes que, sí o sí, deberán emerger en Madrid, en el definitivo de mañana a partir de las 20.30.
El Baskonia se llevó en tiempo de descanso una ventaja menor de los merecimientos que hizo sobre el parqué. Maciej Lampe, desaparecido en los dos últimos partidos, mostró su mejor cara y dio un verdadero clínic de fundamentos en ataque, sacando los colores a un Ante Tomic tan grande y talentoso como debilucho. El Caja Laboral Baskonia, con Prigioni como diretor, llevaba el partido como le daba la gana, frente a un Real Madrid que sobrevivía en primera instancia gracias a Velickovic y Singler, y del dúo Sergio Rodríguez-Nikola Mirotic -el juego sin balón del hispano-montenegrino es simplemente fastuoso- en el segundo período.
Los de Ivanovic rozaron la ruptura del partido, tanto en el 24-16 del primer cuarto como en el 38-29 del segundo -en pleno revival de cánticos baskonistas, con Zurbano al completo entonando el «¡Dale Ramón!»-, con Milko Bjelica como sorpresa anotadora, mientras que los de Laso volvían una y otra vez gracias a los rebotes. Al final, 38-35, y gracias, tras un triple de Llull que se salió de dentro, y por los innumerables tiros libres errados por el cuadro merengue.
Ganar demasiado deprisa
Los gasteiztarras salieron a darlo todo en el tercer cuarto, endosando un parcial de 8-0 al Real Madrid que ya parecía definitivo. Con 46-35, Pablo Laso paró el partido e introdujo a Sergio rodríguez por un Carrol nueva mente borrado.
Y el partido cambió. De pronto, Prigioni se olvidó de pasar el balón, San Emeterio se borró y Teletovic menguó hasta desaparecer. El propio Ivanovic optó por sentar a Lampe y sacar a Nemanja Bjelica, pero esta vez no atinó. La impaciencia y las prisas se adueñaron de los gasteiztarras, presas de la ansiedad.
Por contra, el Real Madrid halló la vía de remontar en el triple. Otra vez Sergio Rodríguez, asociado con Velickovic, lideró un parcial de 6-22 que enmudeció a la grada y el Real Madrid, con cuatro triples seguidos, se vio 52-57 al final del tercer período y 52-60 nada más empezar el último asalto.
El Baskonia jugó un quiero y no puedo en esos últimos minutos. Mientras, Laso atinó en sacar a Carroll en los últimos minutos. El de Laramie acertó con cinco puntos ante un Buesa Arena que bajaba los brazos. Para colmo, Lampe se torcía el tobillo, aunque pudo terminar.
Dos partidos en uno. Dusko Ivanovic vio muy bien a los suyos hasta la reacción merengue. A partir de ahí, declaró que «nos faltaron las fuerzas».
«Hubo dos partidos. Al principio, controlamos, circulamos bien el partido y, sobre todo, defendíamos. Quizá hemos jugado demasiado eufóricos. Pero cuando fallamos unos tiros fáciles, el Madrid estuvo mucho más fuerte y cuando han entrado en el partido, con una serie excelente de triples, no hemos tenido fuerzas. Nos hemos limitado a tirar de tres y no era la mejor opción», añadió.
Mientras, Mirza Teletovic dijo que «en el último cuarto hemos bajado los brazos y eso no puede ser. Hemos tenido opciones fáciles para anotar y cuando no las hemos metido, hemos bajado los brazos. Pero hay que pasar página y hay que luchar para ganar en Madrid el partido decisivo».
Sobre los árbitros, muy enojado, no quiso decir gran cosa, pero no evitó decir que «el Real Madrid ha pasado tres días protestando, y por nuestra parte, no podemos esperar a que nos den cien veces a que nos piten una falta». A. G.
Con Lampe como maestro de ceremonias, el Baskonia tuvo tres opciones para romper el partido, pero el Real Madrid volvió en todas sus ocasiones, y los gasteiztarras no lograron responder al golpe de los de Pablo Laso.
El acierto en el triple fue clave en el triunfo madridista. Los merengues metieron 12 triples en la segunda mitad, mientras que los baskonistas los erraban todos. Velickovic y Sergio Rodríguez fueron dos jugadores imparables.
