Son en total 98 pinturas, esculturas, dibujos, grabados, vídeos e instalaciones las que componen la exposición «Arte como vida», obras que la coleccionista Pilar Citoler ha ido reuniendo a lo largo de su vida y seleccionadas por la Sala Kubo de Donostia para su gran exposición de verano, que se abre hoy al público y se clausurará el 26 de agosto.

Pilar Citoler es una médico odontóloga zaragozana que quedó atrapada por el mundo del arte y comenzó a comprar obras sin ánimo de coleccionismo en los años 70. Ahora es la propietaria de más de 1.300 piezas, uno de los fondos artísticos más importantes del Estado español, informó Efe.

La Sala Kubo ofrece una mirada «nueva y distinta», como complemento a otras exposiciones que se han organizado de la colección, bautizada como Circa XX, que además de un recorrido por las vanguardias del siglo pasado, es también el reflejo de la pasión de Citoler por el arte.

Esta coleccionista, Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes y expresidenta del Patronato del Museo Reina Sofía, decía ayer en la presentación de la muestra que para ella es muy satisfactorio ver sus obras expuestas, porque «tenerlas tapadas es como dejarlas dormidas o muertas».

La comisaria Lola Durán ha dividido la exposición en seis apartados, relacionados con las «grandes cuestiones» que entiende determinantes del coleccionismo: contemplación, emoción, sueños, razón, reflexión y decisión.

Bajo ese múltiple paraguas se agrupan las piezas exhibidas, de un total de 85 autores, entre ellos, Léger, Henry Moore, Motherwell, Calder, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Georg Baselitz, Cartier Bresson, Robert Doisneau, Giorgio de Chirirco, Louise Bourgeois, Pierre Gonnord y Le Corbusier. También reúne obras de Txomin Badiola, Vicente Ameztoy o Esther Ferrer.

La pieza más antigua es de Emil Nolde, de 1910, y también se expone el cuadro «El andaluz perdido», de Jesús Caballero, de 1969.