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«Así es The Clash, pasa el tiempo, pero las canciones siguen sonando actuales»

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Manex Altuna

Guitarra y segunda voz de Itziarren Semeak

Itziarren Semeak comienza su andadura en Mungia con la timidez intrínseca de quien sube por primera a un escenario, que aún estando a un metro del suelo parece estar a 20. No obstante, la banda de ska-punk ha progresado con celeridad tanto en su propuesta en directo como en sus visitas al estudio. La última para grabar «Basque of Brixton», cedé de cuatro canciones variado y singular.

Pablo CABEZA | BILBO

La banda de Mungia, Itziarren Semeak, tiene una primavera y verano casi sin descanso. Escenarios donde se podrán seguir las canciones de su nuevo ep (cedé de cuatro canciones) «Basque of Brixton». Portada acertada y cuatro canciones diferentes. El cedé si inicia poético, sensorial, con «Aulki hutsak»; le sigue uno de sus ska-punk más redondos de su historia, «Bizitzaz bi hitz», vientos y estribillos implacables, originales adornos de guitarra. El tercer corte es para versionar a The Clash con «Basque of Brixton», escucharla es alterar todas las terminaciones nerviosas. Enorme canción y demasiados recuerdos. El cierre es para el complicado compromiso de elaborar una canción festivo-reivindicativo, en esta ocasión para el gaztetxe 7Katu de Bilbo.

Retomar una canción de los Clash siempre resulta emocional, como un cóctel repleto de justicia y vida.

Esa canción me encanta, la sonoridad con los acordes menores es espectacular. Cuando la escucho siento que me traslada a las calles de Brixton. Los Clash decían que los negros de este barrio de Londres salían a la calle a lanzar piedras en defensa de sus derechos -lo hemos podido comprobar en las revueltas de este pasado verano-, al contrario que los blancos que se quedaban en casa. Los vascos llevamos muchos años luchando por nuestros derechos y por eso hicimos la canción nuestra. La última década ha sido muy dura en cuanto a negación de derechos para nosotros y por eso queríamos lanzar un grito de denuncia. A esto se le junta la crisis económica, que trae a la memoria las luchas obreras de los ochenta y así llegamos hasta los vascos de Brixton. Cuando la empezamos a tocar en directo se notaba que a la gente le impactaba. Es lo que tiene The Clash, pasa el tiempo, pero las canciones siguen sonando actuales y siempre les encuentro algo nuevo, aunque reconozco que yo he conocido a Strummer y los suyos, después de crecer con grupos vascos. Luego te vas dando cuenta de donde están las raíces de todo lo que nos ha llegado en los ochenta y los noventa.

¿Cuál es la intencionalidad de una excelente portada repleta de información?

Desde que decidimos que el título del ep iba a ser «Basque of Brixton» tenía muy claro que la portada tenía que ser una buena foto de pose callejero. Estuve mirando portadas y pósters de The Clash, Public Enemy o Dropkick Murphys y así fuimos eligiendo el vestuario para cada uno. Panteras negras, Strummer, el del reloj de Public Enemy, Carlos »Chacal»... Le comenté la idea al fotógrafo Igotz Ziarreta y el planteó la localización, que es una fabrica antigua que está a las afueras de Mungia. Lo demás fue echarle cara.

Habéis llegado a un nivel de cierta popularidad que no sé si soñabais con ella o con menos, ¿el camino es más duro de lo esperado o está bien para el tiempo transcurrido?

Vamos paso a paso. Cuando empiezas a tocar quieres actuar en grandes conciertos, pero para llegar hasta ahí hay que trabajar duro y todavía nos falta mucho para que te consideren y puedas entrar en grandes conciertos o salir a tocar fuera de Euskal Herria. Siempre les digo a los del grupo, que en comparación con otros músicos nosotros no hemos metido las horas suficientes de pequeños, entonces eso lo tenemos que contrarrestar cogiendo más tablas. En diciembre pensamos ir a Cuba y en Semana Santa a Irlanda. También queremos probar en Catalunya y por el Estado español, además de intentar una gira por Europa.

Con todo, quizá duela descubrir que de la música no se vive, si acaso, pasar buenos ratos y dejar una bonita experiencia y un puñado de nobles mensajes.

Es muy difícil vivir de la música si no consigues trascender fuera de Euskal Herria. Quiero decir que somos un país pequeño y no hay tanta gente como para poder asistir a conciertos, comprar discos,... Nosotros somos seis en el grupo y para poder vivir de la música habría que cobrar un montón. Entonces no saldría rentable organizar un concierto nuestro porque no movemos a tanta gente, pero podemos decir orgullosos que hemos conseguido autofinanciar todos nuestros proyectos y si sobra repartimos entre todos.

«Quién nos iba a decir que íbamos a acabar grabando una poesía»

¿Cómo surge una canción tan singular, tan emocional, como «Aulki hutsak»?

Surgió como una intro, que empezaba con un solo de guitarra para «Bizitzaz bi hitz», pero la letra que hizo Ainhoa Mendibil en alusión a una campaña que realizaron en Elgoibar para denunciar el encarcelamiento de Ainara Ladrón y las aportaciones del resto de componentes hicieron que cogiera más fuerza y optamos por hacer una canción separada. Y como en principio era la intro, venía también muy bien para abrir el EP. La verdad es que bromeamos bastante comentando que quién nos iba a decir cuando empezamos que íbamos a acabar grabar una poesía.

¿Y quién es Ainhoa, con esa solidez recitando y voz tan magnética?

Ainhoa forma parte de un proyecto que se llama Hankahutsik en el que mezclan música y poesía. Un día fui a verles, y me encantó. Le propuse que nos hiciera una letra, ya que domina mucho mejor que nosotros las palabras. Ya en «Lehen lerroan» colaboró en «Atera mingaina».

Y llega el ska, «Bizitzaz bi hitz», una de las mejores canciones que han compuesto, y con gran peso melódico de los vientos...

Eskerrik asko. Es una canción distinta ya que al contrario que el resto primero teníamos la letra y después hicimos la música. Entonces al tener la letra delante, pensé que tenía que tener un toque épico, como son los arreglos de viento, y también emotivo y por eso metemos acordes menores y séptimas. La letra la hizo Eneko Ostolaza, un preso político de Markiña y cantante de Oliba Gorriak. La idea era meterla en el disco anterior, pero, debido las intervenciones que sufren los presos políticos vascos en sus comunicaciones, llegó tarde.

¿Cómo se puede adquirir el disco?

Al igual que los anteriores, el disco lo vendemos en los conciertos o a través de nuestra web www.itziarrensemeak.com.

 

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