Es la tercera vez que se presenta a las legislativas en la misma circunscripción, la 6ª, cuyo escaño está ocupado desde hace décadas por Michèle Alliot-Marie. Sylviane Alaux reconoce que tiene enfrente a una «rival de peso», pero se muestra confiada porque en las recién celebradas presidenciales el candidato del PS -ahora ya elegido presidente- fue muy apoyado:«Hoy creo que todo es posible. En tres cantones de esta circunscripción François Hollande llegó en cabeza, y en el mismo Donibane Lohizune, feudo de Alliot-Marie, alcanzó casi el 49% y en Biarritz alrededor de 45%».

Pero no es el único elemento que la consejera regional considera tener en su haber: «Es evidente que estas elecciones son diferentes de las presidenciales, pero creo que, cuando menos respecto a la diputada saliente, tengo la ventaja de ser una mujer de terreno, que vive junto a su gente y que conoce sus preocupaciones porque yo tengo las mismas».

Alaux coincide con la extendida impresión de que la segunda vuelta será muy reñida. Puede, incluso, que se produzca una pelea triangular, es decir, que haya tres candidatos puesto que la centrista Marie Contraires ya ha anunciado que, en caso de poder estar presente en la segunda (para lo que se requiere obtener al menos el 12,5% del voto de los electores censados), no piensa desistir.

La candidata del PS no se pronuncia sobre los eventuales apoyos que podría obtener en la segunda vuelta, dado que estima que sería «muy pretencioso» por su parte y que además cada rival espera a los resultados de la primera ronda.

Temas candentes

Entre los temas de la circunscripción calificados como «candentes» está el del proyecto de la línea del TAV. Alaux es rotunda respecto a la cuestión: «Siempre he sido favorable. Yo no funciono con geometría variable. Sé que algunos electos que antes lo apoyaban ahora han cambiado de opinión. Como consejera regional, ya en febrero 2007 voté a favor porque considero que es un medio moderno de comunicación. No cambio mis convicciones porque me amenacen con no votarme. Ahora bien, tampoco estoy sorda y me hago cargo de que el proyecto genera sufrimiento y hay que tenerlo en cuenta. Por eso creo que lo más adecuado es consultar a la población».

La candidata destaca, además, que siempre ha visto con muy buenos ojos el mecanismo de la consulta y, como ejemplo de ello, recuerda que fue una de las primeras en apoyarlo cuando la plataforma Batera lo puso sobre la mesa para la cuestión de la institución propia para Ipar Euskal Herria.

Precisamente, sobre este tema en el que trabaja muy activamente en el Consejo de Desarrollo y en el de Electos, Alaux considera -y así lo ha hecho saber en esas instancias- «que es hora ya de dejarse de experimentar. Ya hemos demostrado con creces que somos capaces de tener una visión de futuro y planteamientos concretos para nuestro territorio».

Además, percibe que hay diversos indicadores que muestran que es el momento de dar el paso hacia una colectividad territorial específica: «Estamos en pleno debate y análisis de este tema, y en él aparece que es la mejor fórmula. Incluso tenemos adeptos de última hora como Jean Grenet y la propia Michèle Alliot-Marie».

La pesca, la agricultura y, en particular, la vivienda son otras de las problemáticas que preocupan sobremanera a Alaux: «Me he implicado mucho en el tema de la Política Común de Pesca y, especialmente en la retirada de las cuotas individuales transferibles. Respecto a la agricultura, creo que se debe impulsar la transformación en la propia explotación como un plus para que los agricultores puedan vivir dignamente de su trabajo».

Proceso de paz

En cuanto al conflicto político y sus consecuencias, la consejera regional se declara «totalmente favorable» a la creación de una comisión parlamentaria de investigación sobre lo ocurrido a Jon Anza y promete que, en caso de ser elegida, hará todo lo posible para impulsarla.

También estima que los presos, «todos los presos, sea cual sea su estatus», deberían estar en prisiones cercanas a sus familias. Matiza, sin embargo, que en el caso de los presos vascos, esta cuestión está totalmente ligada al proceso de paz: «No se puede desligar del mismo, pero soy realista y sé que el camino de la resolución será largo y difícil. Será doloroso porque ha habido muertos por las dos partes, pero estoy convencida de que esta vez es la buena».

Añade que, «para llegar a ello es indispensable acometer el diálogo». Interrogada sobre si la posición del gobierno -ahora en manos de los socialistas- y las recientes declaraciones del ministro de Interior, Manuel Valls, en Madrid no se contradicen con la suya, Alaux se muestra tajante: «Sea cual sea la naturaleza del conflicto, en un momento u otro hay que sentarse en torno a una mesa. Creo que Francia no podrá estar ausente por mucho tiempo y que tendrá que implicarse porque los cimientos para la resolución están colocados».