La Jornada | Alejandro Nadal 2012/5/30
Amenazas veladas sobre Grecia y Europa
La titular del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, ha dirigido una clara amenaza a los votantes en Grecia. O se someten a la política de austeridad fiscal que el FMI les ha impuesto como condición para recibir el paquete de «rescate», o sufrirán las consecuencias. (...)
El abandono del euro por parte de Atenas podría hacer insostenible la situación del sistema bancario en países clave de Europa. Esa es la pesadilla de Lagarde y compañía. Por eso, para ella todo se vale si se trata de amenazar a ese país, para desafiar a una nación entera, incluso romper las fronteras de la decencia más elemental.
The Guardian preguntó a la titular del FMI: (...) «¿Está usted insinuando que el pueblo griego disfrutó y se la pasó bien durante un tiempo y ahora es el momento de pagar por ello?» La respuesta vino fulminante: «Eso es correcto».
(...) La amenaza de la señora Lagarde va dirigida al pueblo griego y a toda Europa: tenemos el poder y ustedes deben someterse.
Para rematar, la funcionaria afirma que ella piensa por igual en los ciudadanos griegos que sufrirán por los recortes y los que evaden impuestos: «Los padres de familia griegos deben hacerse responsables de los recortes en el gasto social frente a sus hijos y deben comenzar a pagar impuestos». El insulto es doble. Los trabajadores han pagado sus impuestos porque siempre han sido causantes cautivos. Los que no pagan impuestos son los privilegiados que han sido protegidos de los gobiernos corruptos en Atenas por décadas (con la complicidad de los que ahora claman por la austeridad).
(...) por lo pronto hay que revisar las metas sobre déficit fiscal pues el faltante proyectado para este año es de más de 1,350 mil millones de euros. Entre otras cosas, el agujero se debe a una caída de 330 millones de euros en la recaudación del impuesto sobre la renta debido al recorte de salarios y pensiones y una reducción de 320 millones por impuestos al consumo y al valor agregado. Un resultado vaticinado por cualquier economista capaz de analizar lo que entraña la austeridad en tiempos de recesión.
Las amenazas y rumores han provocado ya un retiro masivo de euros de los bancos en Grecia. La coalición de izquierda Syriza le regresó al FMI y a los centros de poder financiero en Europa el desafío. Su rechazo al paquete de austeridad y, al mismo tiempo su negativa a salir de la esfera del euro redefine los términos del debate económico y político. Syriza está enviando un mensaje: el pueblo trabajador no hizo la crisis y no debe pagar los costos a través de un ajuste macroeconómico que sólo conduce a la depresión. En eso consiste el trabajo político, en mostrar que existen derroteros alternativos y en desmontar aquella narrativa que indica que no hay otras opciones. El liderazgo de Syriza podría consolidarse si persigue esta vía con valor y lucidez.