No sé como leer la literatura del Ministerio de Interior español acerca de ETA y de la izquierda abertzale. Todo es confuso y contradictorio. Por ejemplo ¿cómo ha de entenderse lo que sigue?: «Los presos de ETA y la izquierda abertzale -dice el Ministerio- no se han liberado del yugo etarra y siguen bajo la amenaza de la organización terrorista». La afirmación parecería inteligible si no siguiera esto: la izquierda abertzale obliga a los presos a «inmolarse» al impedirles acogerse a las vías legales para su reinserción. Mi pregunta es sencilla: ¿quién manda en definitiva? ¿Es ETA, que tiene bajo su «yugo» a los abertzales y a los presos o, por el contrario, manda la izquierda abertzale, que obliga a los presos de ETA, y por lo tanto a ETA, a «inmolarse» al impedirles su reinserción, según resume un periódico de Madrid?

Lo que parece luminoso es la afirmación del Ministerio del Interior acerca de los presos. «Jamás van a conseguir la amnistía», dice el departamento que dirige el Sr. Fernández Díaz. Por lo tanto resulta vano que ETA haya trasmitido una nueva nota en la que afirma «que son conscientes del dolor que han producido», lo que equivale a dar una profunda satisfacción a los que murieron a consecuencia de las acciones armadas de la organización clandestina o a quienes las padecieron de diversas maneras ¿Es lícito en política decir «nunca»?

Más aún, ¿resulta admisible que en un gravísimo problema de Estado tenga voz con acento resolutorio la Asociación de Víctimas del Terrorismo? ¿Cuántos gobiernos hay en Madrid? Porque también interviene con rango la Guardia Civil, cuyos informes «vertebran» a España, según un conocido político.