Confusión sobre la veracidad del comunicado en el que las FARC hablarían de desarme
Un comunicado atribuido a las FARC que menciona la posibilidad de un desarme generó gran confusión y revuelo. Tanto el presidente Santos como la exsenadora Piedad Córdoba dudaron de su veracidad.
GARA | BOGOTÁ
Ni el portal de internet que lo colgó, ni el presidente, Juan Manuel Santos, ni la exsenadora y líder de Colombianos y Colombianas por la Paz, Piedad Córdoba, dieron veracidad al comunicado atribuido a las FARC en el que, por primera vez, mencionarían la posibilidad de entregar las armas y de conformar «un gran ejército social».
En el texto divulgado, fechado el viernes en las montañas de Colombia y, supuestamente, firmado por el Secretariado, afirman que el Marco Jurídico para la Paz, aprobado en el Congreso el 15 de mayo con 126 votos a favor y 4 en contra y que abre la vía para una negociación con los grupos armados, allana el camino hacia una salida política al conflicto, «incorporándonos a la dinámica de la vida nacional».
Las reacciones no se hicieron esperar. En un primer momento, el presidente Juan Manuel Santos subrayó que, de ser cierto, daría «la bienvenida a esa actitud», si bien exigió «hechos reales» para lograr un escenario de paz. «Nos hemos vuelto como Santo Tomás, que para creer tenemos que meter el dedo en la llaga. Y las palabras, por más bonitas que sean, no son suficientes. Queremos hechos. Si hay hechos habrá paz», resaltó.
Horas después, en su cuenta oficial de Twitter, aseguró que el citado comunicado es falso. «La pregunta obvia: ¿quién y qué buscan con esto?», destacó.
Santos hizo estas declaraciones después de que Radio Café Stereo, que publicó el comunicado en su página web, denunciara que su portal había sido asaltado por piratas informáticos y que desconocían el origen de este documento. «Estamos investigando lo sucedido. ¿Quiénes tienen recursos para pagar hackers y pretender dar legitimidad a una ley hecha para proteger a terroristas de Estado? ¿Quiénes pretenden seguir engañando a Colombia», destacó.
Por su parte, Piedad Córdoba dudó de su autenticidad por el tono del lenguaje, por el contenido y por «su mala ortografía».
Este hecho se produce en medio del debate abierto a raíz de la captura de un periodista francés en torno al modo en que los medios abordan el conflicto.
El presidente francés, François Hollande, que el viernes recibió en el Elíseo al periodista Roméo Langlois, retenido por las FARC durante 33 días mientras cubría una operación antidroga del Ejército colombiano, aseguró que no interferirá en la política colombiana y que no negoció para lograr la entrega de Langlois, que le hizo llegar una carta de la guerrilla.
A su llegada al aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle, Langlois calificó de «necesaria la participación de otros países, sobre todo de Europa, como Francia», en la resolución del conflicto armado.
Acusó a las autoridades colombianas de imponer «un bloqueo informativo» y de silenciar «la crisis humanitaria extremadamente severa» que sufre el país, ante lo que «las FARC, que quieren una solución negociada, se ven obligadas a secuestrar a gente como yo, para llamar la atención sobre el conflicto. Para eso ha servido mi secuestro, o el de Ingrid Betancourt».
Sin embargo, François Hollande dejó claro que «Francia no tiene que comprometerse en ningún proceso. Queremos que haya un arreglo político y no tenemos nada más que decir». GARA