Iratxe FRESNEDA | Periodista y profesora de Comunicación Audiovisual
Viva el domingo
Naizelako izanen dira. Las palabras de Arnaldo Otegi se escuchaban en antiguo mercado del Ensanche bilbaíno, en silencio, esperanzadoras. La suya, una voz acallada, encarcelada, se rebela ante la desfachatez de los tiempos de la justicia extraviada en las cloacas. Su voz, su ilusión, sonaba libre para anunciar otra nueva, la de Naiz. Un medio que se presenta como instrumento para el encuentro de una comunidad como instrumento para informar y crear distintas visiones de la realidad que nos rodea, para interactuar. Naiz es una nueva mirada que gestiona la herencia de la prensa con el futuro y presente multimedia. El periodismo se transforma, nuestra sociedad también y los tiempos de cambio han de entenderse como oportunidades para nuevos escenarios. Naiz abre una ventana, valiente y arriesgada, su apuesta es ambiciosa, pero no por ello ingenua. Y sí, han escogido días extraños para su nacimiento, tiempos de reformulaciones en los que se cierran periódicos y en los que algunos temen la desaparición de las palabras escritas. Cambiarán los soportes, pero lo esencial seguirá vivo mientras continuemos leyendo, escribiendo, debatiendo... El recorrido de Naiz y su éxito dependerán de muchas cosas, pero cuando el entusiasmo y el empeño aúnan esfuerzos el resto está por llegar. Su viaje acaba de empezar, sus experiencias les darán las claves para avanzar y mejorar. Otras historias, otras voces para un medio que acaba de nacer. Esto es noticia, una buena noticia. Como escribiera Benedetti en su poema «Gallos sueños», «tenemos una esperanza a prueba de terremotos y congojas». Ongietorria Naiz.