Bildu desconfía del «amago» del PSN y le pide que abandone el Gobierno
El coportavoz parlamentario de Bildu Maiorga Ramírez mostró ayer sus dudas sobre la crisis de Gobierno anunciada el viernes por el PSN. Aseguró que si la formación de Roberto Jiménez opina que la política llevada a cabo por Yolanda Barcina es un «fracaso», debería abandonar «inmediatamente» el ejecutivo, ya que Na- farroa no se puede permitir «amagos». Mientras, sigue la movilización contra los recortes.
GARA |
La crisis de Gobierno anunciada el viernes por el PSN ha sido acogida con cierta incredulidad por parte de Bildu, que pide pasos y no «poses» a la formación de Roberto Jiménez. «Los amagos no sirven», subrayó el coportavoz parlamentario de la coalición en la Cámara, Maiorga Ramírez.
En una rueda de prensa ofrecida ayer en la capital navarra, Ramírez criticó el recorte de 132 millones de euros anunciado por el consejero de Economía, Álvaro Miranda, e instó al PSN a abandonar «inmediatamente» el Ejecutivo foral. A su parecer, si la citada formación reconoce que la política aplicada por el Gabinete de Yolanda Barcina es un «auténtico fracaso», esta debería romper su acuerdo de Gobierno con UPN.
En este sentido, el portavoz de Bildu, que compareció ante los medios acompañado por la parlamentaria Aitziber Sarasola, recordó que los «amagos» no tiene cabida en Nafarroa, y explicó que desde Bildu no confían en las palabras de un partido que «desde septiembre ha colaborado, ayudado y apoyado una de las políticas más reaccionarias que se haya conocido nunca. No sabemos si el PSN está haciendo una pose para la galería, pero estamos acostumbrados a que sus dirigentes hoy digan una cosa y mañana hagan otra».
Protestas por toda Nafarroa
Por su parte, Sarasola aprovechó su intervención para denunciar el recorte de 132 millones avanzado por Miranda. Para responder a este nuevo «mazazo», la parlamentaria apostó por dar continuidad a la dinámica de movilizaciones puesta en marcha hace meses. «Esta dinámica es necesaria para parar la política de recorte e impulsar el cambio social y político», destacó.
En respuesta a la gravedad de la situación, ayer diferentes colectivos tomaron las calles del centro de Iruñea para denunciar los últimos tijeretazos aplicados por el Gobierno de UPN-PSN en materia de educación. Además, diversas agrupaciones ciudadanas protagonizaron hasta seis encierros contra los recortes sociales en la capital navarra, Atarrabia, Berriozar, Sarriguren y Tutera. Por último, en Izarbeibar, las asociaciones de padres y madres de los colegios públicos organizaron un «estruendo» por el «futuro» de sus hijos. Como se advierte, las protestas están proliferando por todo el herrialde.
La presidenta de Nafarroa, Yolanda Barcina, mostró ayer su convicción de que el PSN no romperá el acuerdo de Gobierno que mantiene con UPN. «Confío en llegar a un acuerdo», afirmó en una visita a Lizarra.
Otra nutrida manifestación tomó el centro de Iruñea ayer contra la ola de recortes en la enseñanza. Esta vez fue convocada por Sortzen-Ikasbatuaz y Herrikoa, para defender una educación publica de calidad.
La polémica abierta el por el nuevo recorte de 132 millones de euros es un capitulo más en una legislatura marcada por las desavenencias entre los consejeros de UPN y PSN. Desde que en junio del año pasado se formalizará el Gobierno en coalición entre ambos -primero en la historia-, el PSN se encuentra en posición cada vez más delicada por la oleada de tijeretazos y por la crítica social que reciben.
Ya en septiembre, a los tres meses de iniciarse el mandato de Barcina, los partidos de la oposición criticaron la disparidad entre las palabras del secretario general del PSN, Roberto Jiménez, y la presidente de Nafarroa y de UPN, que no compartían el mismo diagnóstico sobre la situación económica de la Comunidad foral. A finales de año, se estableció ya un primer recorte presupuestario de 295 millones de euros. Luego llegó el proyecto para este año, que suponía un 3% menos que el anterior, detraído del gasto social.
2012 ha traído más tensiones. En abril y mayo, UPN y PSN mantuvieron una larga negociación para quitar 54 millones del presupuesto. Pero solo un mes después aparece otro recorte, más del doble que el anterior.