En 2011 el sector de máquina-herramienta que se concentra en un 80% en Hego Euskal Herria facturó 1.250,1 millones, un 22,7%. Para este año, se espera mantener un crecimiento similar. Para ello, la 27 Bienal de Máquina-Herramienta que cerró ayer sus puertas influirá. Porque durante esta última semana el BEC ha acogido a casi 1.200 expositores que han desarrollado su actividad.

José Ignacio Torrecilla, presidente de la AFM, destacó a GARA que fuera del Estado español, el negocio marcha muy bien, pero dentro no ocurre así. A su juicio, se ha desaprovechado mucho tiempo intentando persuadir de la bondad del ladrillo, descuidando el sector industrial. Opina que aquellos países que tienen un sector industrial fuerte «resisten mejor la crisis».

¿Cómo ha visto la 27 edición de la Bienal de la Máquina-Herramienta?

Afrontamos la feria con bastante cautela ante la situación de crisis, pero no nos ha ido mal. En este sentido, somos conscientes de que el mercado doméstico está muy débil. Una feria que está orientada a ese mercado, pero éste no responde, te hace pensar que hay que utilizar la cautela. El sector ha hecho, en general, un esfuerzo grande, más pensando en cómo ayudamos a este país para que haga una apuesta industrial que a la venta propia de las máquinas. Sin embargo, tengo que decir que hemos presentado una feria con la mejor corbata y hubo bastante actividad en la segunda parte de la semana. La gente está contenta de esta Bienal, teniendo en cuenta el entorno en el que nos estamos moviendo.

¿Satisfechos?

Es un concepto subjetivo, pero depende de las expectativas que te habías marcado. Reconozco que no nos habíamos fijado unas grandes expectativas, pero nos hemos mantenido bien.

O sea, ¿que han bajado el listón para poder pasar esta prueba que es la Bienal?

No es bajar el listón. Se ve en los datos del sector, porque estamos exportando el 80%, contemplando todo máquinas, accesorios, componentes y herramientas. Si hablamos de máquinas, el 90%. Y si hablamos de máquinas muy grandes, que es donde el sector está muy especializado, el 95%. El listón está ahí, porque en el mercado estatal hay muy pocas operaciones. Al final, tengo que decir que han estado presentes delegaciones extranjeras de distribución muy interesantes. Han venido desde la República Checa, Turquía, India y países de América Latina, como Colombia y Perú.

¿Son los países que están mejor a nivel económico?

En general, el desplazamiento que ha habido de la demanda de la economía europea hacia Asia. Los países que tienen un crecimiento muy fuerte en la compra de las máquinas-herramienta han sido China y luego India y algún otro país asiático también ha tenido un peso importante.

En cambio, el Estado español está muy bajo, mientras que los mercados de Europa, salvo Alemania, no pasan de sostenerse. Los germanos se han sostenido en el consumo de máquinas. América está cumpliendo unas expectativas que empiezan a confirmarse. Tanto en América Norte: Canadá, Estados Unidos y México, como los del Sur, que han conseguido unos niveles de estabilidad política, como Colombia, Chile, Perú, además de Brasil que ya estaba, que empiezan a ser países interesantes en los intercambios comerciales de máquinas.

En las ventas, ¿cuánta facturación corresponden al Estado español?

El 20% del peso de la facturación, a nivel general.

¿Ve alguna mejora económica en el Estado español ante esa parálisis que sufre?

Basta poner la radio a las siete de la mañana cualquier día para ver que no marcha, que no tira. Esto se complica más en nuestro sector, porque ofrecemos productos de inversión.

Faltan los dos elementos que animan a la inversión. Uno es la confianza, es decir voy a comprar una cosa que vale mucho dinero para obtener más con su producción, y dos, la financiación que necesito para comprar ambos elementos. A corto plazo no vemos una economía que nos dé optimismo, es decir, que el mercado español pueda mejorar.

¿Qué tendría que hacerse?

Lo principal es impulsar la actividad industrial. Porque estamos viendo que los países que tienen un tejido industrial consolidado están mejor. Es una ley económica en estos momentos, que no deberíamos despreciar. Eso se comprueba aquí, porque en Euskadi estamos en una comunidad con un tejido industrial muy fuerte, no es que estemos para sacar pecho, pero sí es una situación diferente. Estamos intentando convencer al país de que hay que reforzar el tejido industrial. Para hacer eso no se parte de cero, tenemos producto, marca y estamos en condiciones de equipar a la industria con producto de primera tecnología con la tecnología para que esa industria sea competitiva.

¿Quiere decir que de la máquina-herramienta parte todo?

Así es. En todos los procesos industriales somos clave. La aeronáutica, el automóvil, la energía, todo eso con máquinas funciona. Con todo esto, tenemos un potencial excelente.

¿Hemos perdido mucho tiempo con la especulación en la Construcción, como se dice con el ladrillo?

No me gusta valorar a los demás. El Estado español se hubiera conformado mejor, si el peso del PIB el sector industrial hubiera sido mayor, ni hubiéramos dedicado recursos a otras cosas, a la innovación y a la inversión tecnológica.

¿Hemos perdido el tiempo?

Tenemos claro que el Estado español se hubiera conformado mejor si el peso del PIB industrial no hubiera sido dedicado tantos recursos a otras cosas. Sí a la innovación, a la tecnología, a la internacionalización en sectores potentes. Ahora, por la vía indirecta a la Construcción se está produciendo una refinanciación bancaria, que tiene sus orígenes en el mismo punto. Se podrían haber destinado estos fondos a otras cosas si no se hubieran cometido todos esos errores.

¿Qué perspectivas puede adelantar para el sector de máquina-herramienta para éste y los próximos años?

Creemos que en 2010 pasamos lo peor. Salvo que se produzca una debacle para nosotros casi de carácter mundial, porque para cuando estás exportando del orden del 90% es difícil. Otra cosa es lo que pasa en el Estado español, pero creo que no iremos ya a peor a nivel general, porque estamos fuertes en las ventas por el mundo.

En 2011 facturamos un 22% más, y en el primer cuatrimestre de este año estamos por encima de un 20% mejor. Creemos que vamos a igualar o mejorar las ventas de 1.250,5 millones de 2011. Somos optimistas con la feria, aunque dentro de un contexto que no anima a lanzar buenas noticias.

¿Qué hacen sus competidores alemanes y franceses en estos momentos difíciles a nivel económico mundial?

Creo que hace tiempo hemos dejado de ser unos fabricantes que competimos por precio. En este momento, nuestros competidores alemanes, franceses, los taiwaneses, los japoneses, son gente que hace buenas máquinas. No me olvido de los chinos que pronto empezarán a hacer buenas máquinas.

Como le digo hemos dejado de competir por precio, ahora vendemos por tecnología y quizá con un cierto alto grado de especialización. Va dirigida a dos producciones: máquinas de cierto tamaño y de tecnología compleja con un nivel alto de precisión. A la vez está muy enfocada a lo que cliente quiere hacer, eso que llamamos la aplicación directa.

¿No lo hacen los alemanes y franceses?

También. Pero competimos con ellos. Estamos escapando por la vía de la especialización a los asiáticos, en general, que tienen unos procesos mas acostumbrados a trabajar en producto seriado. Pero siempre no será así.