La Policía Nacional española intervino ayer decenas de armas, algunas de ellas todavía útiles, en una operación contra la compra-venta de material militar de la guerra del 36 y la II Guerra Mundial, en la que fueron detenidas diez personas.

En total, en la operación se realizaron doce registros en distintos puntos del Estado español. Las detenciones se practi- caron en Bilbo, Lleida y Ciudad Real -una persona en cada ciudad-; Valencia, donde se arresto a cinco personas; y Castelló, donde fueron capturadas otras dos más.

Algunas de las piezas incautadas estaban en perfectas condiciones para su funcionamiento y listas para explosionar, esto es, poseen cierta cantidad de carga y son inestables, según fuentes de la Policía española.

La ley prohíbe la tenencia o depósito de este tipo de material mientras esté en funcionamiento. En caso de coleccionismo, es obligatorio solicitar una autorización y presentar la pieza a la Dirección General de Armamento del Ministerio de Defensa español, para que la inutilice y lo certifique documentalmente.

Algunos de los efectos intervenidos quedaron precintados en una nave propiedad del detenido en Bilbo, donde fueron intervenidos veinte subfusiles, 33 ametralladoras, cuatro lanzagranadas, 140 fusiles, ocho morteros, seis piezas de artillería, veintinueve armas cortas y varios proyectiles y obuses, además de multitud de piezas de arqueología.

En Lleida se intervinieron 259 granadas, diez de ellas listas para explosionar, y 180 proyectiles, doce ellos preparados para funcionar, además de bombas de aviación, alguna de más de 300 kilos de peso. En Valencia y Ciudad Real también se incautó armamento, incluyendo un arsenal de armas blancas.