Maria Sharapova llevó a Rusia a un lugar sagrado en el tenis. La deportista siberiana se alzó con su primer triunfo en Roland Garros y, de paso, se convirtió en la tercera tenista de su país en salir victoriosa de la pista de París.

Pero hay más. Gracias a su triunfo ante la italiana Sara Errani por 6-3 y 6-2 en 89 minutos, Sharapova lucirá mañana de nuevo el número uno mundial -aquel que perdió hace cuatro años-, cuando se actualice la clasificación de la WTA, justo después de completar el Grand Slam (Wimbledon 2004, US Open 2006, Abierto de Australia 2008 y Roland Garros 2012).

Solo nueve jugadoras habían logrado anteriormente hacerse con los cuatro grandes torneos de la temporada, y únicamente dos rusas habían podido ganar en París (Anastasia Myskina en 2004 y Svetlana Kuznetsova en 2009). El de Roland Garros es el título número 27 para Sharapova, el tercero este año después de los de Stuttgart y Roma.

Lo cierto es que la siberiana aprovechó el desgaste de su rival. Y es que la italiana Errani, que saltó a la pista con dos tiras protectoras en su cuádriceps derecho debido a unas molestias de partidos anteriores, había necesitado 10 horas y 22 minutos para alcanzar la final -dos horas más que Sharapova-, derrotar a cuatro cabezas de serie y a tres excampeonas del torneo.

A pesar de ello, la transalpina saltará del puesto 24 del mundo al 10, siendo la tercera tenista de su país que lo logra tras Flavia Pennetta y Francesca Schiavone.

Después de alzar la Copa Suzanne Lenglem, Maria Sharapova declaró que «me ha llevado muchos años llegar hasta aquí».

Final masculina. Novak Djokovic y Rafa Nadal se miden en la final de este torneo parisino (15.00, Cuatro). El serbio, que llega tras eliminar a Federer, buscará cerrar el Grand Slam, mientras que el manacorí quiere el séptimo triunfo en París para no perder el segundo puesto.