Al menos ocho civiles, entre ellos una mujer, murieron, según la ONU, en el ataque que a última hora del viernes costó la vida a siete cascos azules de Nigeria desplegados en el suroeste de Costa de Marfil, y que ayer provocó el desplazamiento de cientos de personas que huyen de la violencia. La emboscada del viernes es el primer ataque que sufre la misión de Naciones Unidas (ONUCI) desde su despliegue en el país en 2004.

El ataque contra la ONUCI tuvo lugar durante un asalto de «elementos de Liberia» contra de varios pueblos de Costa de Marfil ubicados al sur de la ciudad de Tai. En esta región sufre desde el año pasado ataques atribuidos a las fuerzas leales al expresidente Laurent Gbagbo y a los refugiados en Liberia, que están provocando la huida de miles de personas.

«Cientos de personas llegaron a Tai, y es probable que miles más están en camino», señaló Anouk Desgroseilliers, responsable de comunicaciones de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Costa de Marfil.

«Es un ataque de pánico, una estampida. La gente coge pequeñas mochilas y huye a pie» hacia Tai, dijo a la AFP el alcalde de la ciudad, Désiré Gnonkonté.