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Los gasteiztarras decidirán en referéndum la ubicación de la estación de autobuses

Los vecinos y las vecinas de Gasteiz elegirán en referéndum la ubicación final de la futura estación de autobuses de la ciudad. De cumplirse los plazos defendidos por Bildu, que cuenta con el respaldo del PP en la elección de la fecha, la consulta popular tendrá lugar el próximo mes de julio. Será entonces cuando la ciudadanía vote y elija entre los dos emplazamientos previstos en la moción aprobada este lunes: el parque de Arriaga o la plaza Euskaltzaindia.

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Ion SALGADO |

Al final habrá referéndum. Ayer los grupos políticos que componen el Ayuntamiento de Gasteiz aprobaron la realización de una consulta popular para decidir la ubicación definitiva de la nueva estación de autobuses. Un enigma, planteado por primera vez en el año 1993, al que los políticos no han conseguido dar respuesta por la falta de consenso y las protestas ciudadanas. Ahora, casi dos décadas después, serán las vecinas y vecinos de la ciudad quienes elijan en las urnas el futuro emplazamiento de la estación: el parque de Arriaga o la plaza Euskaltzaindia.

La propuesta participativa, recogida en una moción presentada por Bildu, fue aprobada ayer en un pleno extraordinario y urgente gracias a los votos de los seis ediles del PSE y de dos concejales jeltzales. En total la iniciativa, que supone un hito en la historia democrática de la ciudad, contó con catorce votos a favor, nueves en contra y cuatro abstenciones.

Curiosamente, este resultado no guarda relación con un debate marcado por las críticas y los reproches. Lo cierto es que, lejos de sellarse como un mero trámite, el pleno extraordinario estuvo cargado de incoherencias, desde su aprobación en la Junta de Portavoces, en la que PNV y PSE votaron en contra de su celebración, hasta la aceptación de la moción tras un tenso debate en el salón de plenos.

La primera polémica llegó horas antes de iniciarse el pleno, durante la toma en consideración de la urgencia en la Junta de Portavoces. Fue entonces cuando los ediles del PNV y del PSE, que en jornadas anteriores habían defendido la celebración de un referéndum, decidieron votar en contra de la urgencia. Es más, tuvo que ser un edil del PP el que diera su apoyo a la solicitud de Bildu para poder avanzar en la tramitación de la moción.

Reproches y críticas

Una vez concluido el primer trámite, los concejales se dirigieron al salón de plenos. Allí, el portavoz de Bildu, Kike Fernández de Pinedo, fue el primero en defender la celebración de la consulta ciudadana. Como proponente de la moción, el edil abertzale explicó que, con la celebración del referéndum, «no pierde nadie, porque ganamos todos». Asimismo, apostó por realizar la consulta en el mes de julio para avanzar en la materialización del proyecto y para evitar que el referéndum pueda verse alterado por una posible coincidencia con las elecciones al Parlamento autonómico en otoño. «Hemos discutido quince años sobre la estación de autobuses. No se puede prorrogar más la decisión», subrayó.

Por su parte, el exalcalde Patxi Lazcoz criticó el cambio de opinión mostrado por Javier Maroto durante el último año, al tiempo que cargó contra Bildu por haber impedido la inclusión de una tercera opción sujeta a la futura construcción de la estación de ferrocarril, cuya financiación corresponde al Estado español y que no tiene fecha ni ubicación. En opinión del portavoz del PSE, el referéndum, que ellos mismos han apoyado, será «la consulta de la palabra dada, pero no del consenso político».

También el PNV, favorable de entrada a la celebración de la iniciativa participativa, se mostró ayer crítico con la misma. El portavoz jeltzale, Gorka Urtaran, volvió a defender el proyecto «Geltokia», basado en la intermodalidad, y optó por ceder solo dos votos a la moción propuesta por Bildu. «Como hizo Otegi con Ibarretxe, le vamos a devolver el favor», comentó, en una insólita alusión al apoyo otorgado por la izquierda abertzale al plan diseñado por el entonces lehendakari.

Desde la bancada del PP, Miguel Garnica advirtió de que, pese a que a su formación no le parece necesario celebrar una consulta, no pondrán impedimentos a su organización. «Para que no se pueda marear más la perdiz, preferimos que se celebre ya la consulta», manifestó, al tiempo que recordó las dos «condiciones» impuestas por el alcalde a la misma: que esta se celebre durante el mes de julio -tal como propuso Kike Fernández de Pinedo- y que el coste sea asumido por los concejales proponentes. Esta última medida fue aceptada por la coalición soberanista, que espera que el equipo de gobierno se aplique el cuento al organizar fiestas privadas que suponen miles de euros a la ciudad.

Comparación con Casanova

En cuanto al desarrollo del debate, cabe destacar la tensión mostrada por Urtaran y Maroto, que replicó al portavoz jeltzale por compararle con José Casanova, alcalde de la ciudad durate los últimos años del franquismo. «No me compare con un alcalde de la época preconstitucional», señaló el primer edil.

Indefinición

Kike Fernández de Pinedo explicó que la propuesta «Geltokia», planteada por el PNV, es la «indefinición al cuadrado» porque no se conocen los plazos ni el coste que supondría unir la estación de tren a la de autobuses.

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