La propuesta que ha planteado a los empleados la dirección de Xey deja sin efecto el acuerdo anterior que firmaron con ELA y UGT, y supone «una modificación sustancial de las condiciones de trabajo», en opinión del comité de empresa, que es quien ha impulsado la huelga, esta vez con el apoyo de los cuatro sindicatos representados, los dos anteriores, más LAB y CCOO.

Entre las razones que esgrimen los empleados para justificar la protesta, está la reducción del 30% de los conceptos salariales -salvo la antigüedad-, el incremento de la jornada laboral en un 10%, dejar sin efecto el convenio especial con la Seguridad Social para mayores de 50 años y los complementos de incapacidad temporal, así como anular el devengo del concepto de plus de turno. La empresa justifica estas medidas en que lleva desde 2008 acumulando pérdidas, hasta superar los 6 millones de euros en total, y que los gastos de personal son elevados, poniendo como ejemplo que supusieron casi un 44% de los ingresos en 2011.

El comité responde a las cifras de la dirección afirmando que justo un año antes de comenzar con las pérdidas, «los accionistas de Xey se llevaron para sus bolsillos unos dividendos de 5.564.000 euros». Asimismo, señalan que, durante los cuatro años con pérdidas, las retribuciones de los miembros del consejo de administración y de la dirección, que cuantifican en 9 o 10 personas, «en concepto de dietas de asistencia a consejos, remuneraciones y prestación de servicios fueron de 4.037.000 euros».

Aplicación de reforma laboral

Los representantes de los trabajadores señalan que Xey les ofrece sueldos que rondarán los 700-800 euros «con unas cotizaciones a la Seguridad Social en esa misma equivalencia, que supone a los trabajadores situarnos en unos niveles de pobreza presentes y futuros para nuestras jubilaciones».

El comité de empresa acusa a la empresa de «aprovecharse» de la última reforma laboral para elaborar su propuesta.