El Ayuntamiento de Olazti aprobó ayer una declaración en la que muestra su rechazo más absoluto a «la utilización fraudulenta de una figura urbanística de carácter especial y supramunicipal como el PSIS, menospreciando las competencias municipales, con el objetivo de imponer un proyecto de carácter estrictamente privado, mercantil, sin la aprobación ni teniendo en cuenta a su vecindario». La declaración fue aprobada con los votos a favor de los cinco ediles de Bildu y uno del PSN y el rechazo del único concejal del PP. No acudieron al Pleno extraordinario de ayer otros dos ediles del PSN.

De este modo, Olazti muestra su malestar por el hecho de que la incineración en la cementera Portland se autorice directamente desde el Gobierno de Nafarroa gracias al PSIS, sin tener en cuenta la oposición que este proyecto despierta tanto en esta localidad de Sakana como en los valles vecinos.

En este sentido, se denuncia «la intención del Gobierno de Navarra de vulnerar las competencias del Ayuntamiento de Olazti, mediante un PSIS no justificado, para servir a los intereses de la multinacional Cementos Portland Valderribas».

«Este ayuntamiento reclama respeto escrupuloso a su marco competencial y anuncia que defenderá con todas sus fuerzas su autonomía institucional y el derecho a un medio ambiente y una salud pública de calidad para su vecindad», añade la declaración aprobada ayer.

Junto a ello, el Ayuntamiento de Olazti anuncia que no puede tolerar ser considerado de «segunda categoría». «No puede pensarse otra cosa si tenemos en cuenta que los mismos partidos políticos que ayer rechazaban un proyecto de incineración/valorización en Tutera y Tafalla [UPN, PSN y PP], ahora apoyan el PSIS para la cementera de Portland en Olazti», subraya la declaración.

«La falta de consideración hacia el Ayuntamiento, la vemos también plasmada en el oscurantismo y falta de información con la que el Gobierno de Navarra está gestionando esta situación», añade la declaración aprobada en el Pleno celebrado ayer

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Olazti reclamó un nuevo plan de residuos urbanos que no genere tanto rechazo y que se garantice la participación ciudadana en el debate, «tal y como exige la Unión Europea».