Roberto Jiménez fue preguntado ayer por el juicio que tiene su padre por un presunto delito de prevaricación urbanística continuada y desobediencia, una información que fue publicada ayer por este periódico. El vicepresidente navarro y líder del PSN negó tener conocimiento de que iba a celebrarse una vista oral en la que la acusación particular pide para el alcalde de Pitillas, Amador Jiménez, 18 meses de cárcel y nueve años de inhabilitación por prevaricar, además de una multa de 2.700 euros y otros 18 meses de inhabilitación por desobediencia. El vicepresidente dijo tener constancia de que su padre tenía «un problema por un muro», pero nada más.

Pese a todo, Jiménez se desvinculó de los presuntos delitos de su familiar, que es alcalde por el PSN. «No tengo conocimiento y, además, lo que es mi padre es mi padre, y lo que soy yo, soy yo», señaló. Para marcar aún más distancia, afirmó que «aunque existe un amor paternofilial, estas son cuestiones ajenas a mí».

Según estas declaraciones, el vicepresidente, abogado de titulación, se enteró por GARA de cómo está actualmente el proceso penal contra su padre, que es alcalde de Pitillas desde que se inhabilitara a Rafael Esparza en 2007. Amador Jiménez realizó presuntamente trato de favor hacia quien fuera su teniente alcalde, José Luis Lesaga, avalando la construcción en reiteradas ocasiones de un muro que se derribó por orden judicial. El juicio oral, que tendrá lugar en un juzgado de lo Penal de Tafalla, no tiene aún fecha.

Es bastante discutible que Jiménez no tuviera conocimiento de cómo estaba este caso. En primer lugar, porque en un principio la Fiscalía estaba personada en la causa, ya que apreciaba indicios de delito, aunque luego retiró los cargos. Pese a ello, la juez decidió que había fundamento como para seguir adelante con la denuncia, que ha sido interpuesta por un vecino de la localidad.

El vicepresidente tampoco puede desconocer que su padre estuvo imputado por los empadronamientos en fraude de ley para alterar el censo antes de las elecciones de 2003 en su pueblo. En la vivienda familiar de los Jiménez se empadronó a seis no residentes y el vicepresidente va a su localidad natal lo suficientemente a menudo como para percatarse sobre si hay o no seis personas más en su casa.