Aunque aparentemente «Hysteria» es una película muy inglesa, la producción y el guión son de origen estadounidense, así como la realizadora Tanya Wexler. Después de debutar de forma prometedora a finales de los 90, quiso centrarse en la maternidad y ha estado casi una década alejada de la activida fílmica. Su vuelta no ha podido ser más llamativa, dada la originalidad del tema escogido: la invención del primer vibrador eléctrico.

El matrimonio Stephen Dreyer y Jonah Lisa Dreyer ha adaptado un argumento de Howard Gensler sobre la figura histórica del doctor Joseph Mortimer Grenville, inventor del consolador electromecánico en 1880. Diez años antes otro colega de la profesión, llamado George Taylor, había creado un modelo similar a vapor.

Las investigaciones de la época por parte de la profesión médica, que se ocupaba de lo que hoy en día es la ginecología, nacían de la necesidad de sustituir los agotadores métodos manuales que les llegaban a causar lesiones musculares. Todavía no se reconocía la idea del placer sexual en la mujer, por lo que se traba como un simple problema físico con recomendaciones tales como fregar o montar a caballo de espaldas.

El consolador supuso una revolución cultural, que «Hysteria» inscribe dentro de otros cambios que dieron al traste con el conservadurismo de la sociedad victoriana.

Hugh Dancy interpreta al inventor que desafía lo establecido, y que se enamora de la hija del doctor en cuya consulta trabaja, papeles respectivamente encarnados por Maggie Gyllenhaal y Jonathan Pryce. Por último, Rupert Everett es un estudioso de la electricidad que ayuda a desarrollar un prototipo a partir de un plumero eléctrico, en una de las tantas insinuaciones sexuales que contienen los diálogos bajo su recatada apariencia.