Coincidiendo con el treinta aniversario del final de la guerra de las Malvinas, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner reclamó ayer ante el Comité de Descolonización de la ONU la soberanía de estas islas. La de ayer fue la primera vez que un jefe de Estado argentino habla ante este foro encargado de debatir la situación de las colonias que aún existen en el mundo.

Junto a Fernández viajaron a Nueva York el ministro de Asuntos Exteriores, Héctor Timerman, dirigentes y legisladores de los principales partidos de la oposición y una veintena de excombatientes y de familiares muertos en la guerra contra Gran Bretaña.

En una carta publicada ayer mismo en una treintena de periódicos internacionales, entre ellos los británicos «The Times» y «The Guardian», la presidenta instó a Londres a que le dé «una oportunidad a la paz».

«Hace 179 años, el 3 de enero de 1833, una fuerza naval británica expulsaba a las autoridades legítimas argentinas y a la población de las islas Malvinas. Desde entonces, Argentina ha pedido sin descanso su restitución en foros nacionales e internacionales. Pero Gran Bretaña se ha negado invariablemente a cumplir con estas resoluciones», denuncia el texto, que lleva por título «Terminemos con el colonialismo cumpliendo las resoluciones de la ONU».

La misiva, en la que se resalta que «Argentina es hoy un ejemplo global en los campos de los derechos humanos y las misiones de mantenimiento de la paz», finaliza pidiendo a «ciudadanos y gobiernos del mundo- que pongan fin al colonialismo y pidan el cumplimiento de las resoluciones de la ONU».

Los excombatientes

Desde Nueva York, el presidente de la Comisión de Ex Combatientes Ernesto Alonso, destacó que «hace un buen tiempo hubo un cambio de paradigma en la cuestión Malvinas, y hoy estamos siendo acompañados por los países de América Latina y de otros continentes, que apoyan con hechos concretos esta lucha que damos contra la usurpación». Como hitos de ese cambio -que «surge de la iniciativa política argentina»- mencionó que hasta hace poco los barcos con la bandera de conveniencia de las islas podían navegar por puertos de América Latina y hoy ya no pueden atracar.

En ese sentido, incidió en que «nos asiste la historia, la geografía, el derecho y también contamos con el compromiso de muchos pueblos de paz que luchamos por la descolonización de estos territorios».