La rebaja de Moody's pone el interés del bono en un insostenible 6,91%
La rebaja de la calificación de la deuda soberana española decidida la noche del miércoles por la agencia Moody's ejerció más presión sobre el interés del bono español a diez años, que rozó ayer el 7% -terminó la jornada en el 6,91%-, un nuevo máximo que impedirá al Estado español financiarse por mucho tiempo y que podría desencadenar un rescate «a la griega», según vaticinan los analistas.
Joseba SALBADOR |
La agencia de calificación de riesgo Moody's ha rebajado en tres escalones la nota que otorga a la deuda soberana española, del actual «A3» (notable bajo) hasta «Baa3» (aprobado bajo), y la sitúa en «perspectiva negativa». Moody's justifica la rebaja al considerar que el rescate de la banca española aumentará la carga de la deuda, su «limitado» acceso a los mercados financieros y la «continuada debilidad» de la economía española.
Este anuncio hizo repuntar ayer de nuevo la rentabilidad del bono español a diez años, que cerró con un nuevo máximo desde la era del euro, del 6,916%. A media mañana, el rendimiento del bono llegó a situarse en el 6,99%, muy cerca del nivel crítico del 7%, por encima del que Grecia, Irlanda y Portugal fueron rescatadas.
La prima de riesgo española, que mide la diferencia entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, cerró en los 543 puntos básicos.
Según los analistas, el Estado español no puede seguir por mucho tiempo financiándose a esos intereses, por lo que podría necesitar un rescate a gran escala de la Unión Europea.
Junto con el Estado español, los analistas creen que también Italia podría necesitar ayuda, y calculan que ambos estados podrían acudir a la UE antes de seis meses. Otros analistas, sin embargo, consideran que la prima italiana se está alejando cada vez más de la española, lo que demuestra que Italia aún puede acceder a los mercados y el Estado español no.
En cualquier caso, todo parece indicar que los mercados están ya descontando la situación porque saben que Grecia y Portugal recibieron asistencia al llegar a esos niveles insostenibles. «Los mercados se han dado cuenta de que los países que han sido rescatados no han conseguido sus objetivos pese a los miles de millones que se han puesto encima de la mesa», afirman.
Otras voces creen, sin embargo, que antes de que se produzca la posibilidad de un rescate del Estado español «a la griega» el Banco Central Europeo (BCE) intervendrá para relajar la tensión y que la agenda política de las próximas semanas podría dar un vuelco a la situación.
Por ello, consideran que es necesario esperar a las elecciones griegas del domingo, así como al informe de las auditorías independientes de Oliver Wyman y Roland Berger para saber qué volumen de dinero pedirá finalmente el Estado español para recapitalizar a la banca.
El FMI aseguró ayer que se encuentra negociando con el Ejecutivo español y con y el Eurogrupo la modalidad de supervisión del rescate, mientras insistía en la necesidad de que el Ejecutivo de Rajoy «mantenga su impulso reformista».
Diversos colectivos han convocado una manifestación para mañana sábado en Bilbo, que partirá a las 19.00 del Sagrado Corazón para denunciar el «saqueo» que supone el rescate y exigir responsabilidades.
El movimiento 15-M presentó ayer ante la Audiencia Nacional una querella contra Bankia y su expresidente, Rodrigo Rato, al considerar que el banco falseó sus cuentas cuando salió a Bolsa el año pasado para poder captar capital.
El presidente del BBVA, Francisco González, pronosticó ayer un nuevo escenario bancario en el Estado español, en un plazo de «uno a dos años», dominado por dos grandes bancos, dos o tres medianos y cuatro o cinco entidades pequeñas, como consecuencia de una reforma en la que las entidades que no son viables «tendrán que desaparecer», en alusión a las cajas.
En un coloquio en Santiago de Compostela, el banquero consideró imprescindible «diferenciar» entidades dentro del sistema financiero. En ese sentido, recalcó que «las que no son viables tendrán que desaparecer», aunque matizó posteriormente que «no va a haber ninguna liquidación significativa».
Entretanto, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) salió al paso de la recomendación de Bruselas y aseguró que no prevé liquidar ninguna de las entidades que administra o controla y que seguirá llevando a cabo su reestructuración ordenada.
Adicae señaló que de producirse dicha liquidación sería «el mayor fraude de la historia», pues podría suponer «la pérdida de todos sus ahorros para los afectados por productos de renta fija o variable». GARA
