En su última cita electoral en Atenas antes de las votaciones del domingo, el dirigente de la coalición de izquierdas griega Syriza, Alexis Tsipras, anunció que «vamos a formar el gobierno de todos los griegos y garantizar la continuación de Grecia en la zona del euro». Syriza es uno de los dos favoritos en las elecciones, junto a la derecha de Nueva Democracia (ND, derecha).

Tsipras, ante miles de simpatizantes reunidos en la plaza Omonia, proclamó «no al memorándum de la bancarrota. Sí al euro y a un plan nacional de recuperación de la economía, que proteja a las personas de la bancarrota», y subrayó su disposición a discutir con Europa la renegociación del plan de austeridad impuesto a Grecia.

En una entrevista previa en televisión, el líder de Syriza afirmó que «los europeos deben darse cuenta de que la política de austeridad ha fracasado» y se dio un plazo de diez días tras la elección para negociar con la Unión Europea.

La única manera de salir de la crisis es adoptar más medidas de crecimiento, según Syriza. La eventual victoria de Tsipras preocupa a algunos círculos en Europa, dada su oposición a las medidas de austeridad adicionales impuestas por sus acreedores a Grecia desde 2010, lo que ha aumentado las presiones para condicionar el resultado de los comicios.

El presidente francés, François Hollande, dejó la puerta entreabierta a la renegociación pero advirtiendo a los griegos de que un incumplimiento de sus compromisos «supondría la salida del euro».

Tsipras dio la bienvenida al mitin a miles de personas «independientemente de su voto por el ND, o los socialistas del Pasok» en la votación anterior, el 6 de mayo, tras la que no pudo formarse gobierno y en las que Syriza logró convertirse en la segunda fuerza del país.

«Las cosas cambiarán»

«Las cosas cambiarán el domingo no sólo en Grecia sino también en Europa», indicó Tsipras, cuyo partido quiere ser «garante de la estabilidad económica, política y social para poner fin a la corrupción y el clientelismo de la ND y el Pasok», los dos grupos que han dominado la política de los últimos treinta años.

Advirtió de que «la continuidad de los ajustes hará caer a Grecia en el caos» por el empobrecimiento de miles de personas. «La hora de la izquierda ha llegado», gritaron sus seguidores.