Las Águilas Blancas se la juegan esta tarde. Todo lo que no sea ganar dejará a Polonia fuera de la Eurocopa que ella mismo organiza junto a Ucrania. Hoy, más que nunca, la escuadra de Franciszek Smuda deberá echar mano del trío `alemán' del Borussia Dortmund, Lukasz Piszczek, Jakub Blaszczykowski y Robert Lewandowski, los mismos que estuvieron involucrados esta temporada en 51 de los 80 goles que hizo el campeón germano y los mismos que han fabricado los dos únicos goles polacos en esta Eurocopa.

Polonia encara su choque frente a la República Checa con la obligación de ganar si quiere pasar a cuartos, ya que un empate, válido para los checos, le dejaría y acabaría con el sueño de su afición que por primera vez ve posible que su equipo haga un buen papel en una competición europea. El Estadio Municipal de Breslavia se llenará de aficionados locales y el escocés Craig Thomson será el encargado de tratar de impartir justicia en un choque que se disputa en Wroclaw, a menos de 200 kilómetros de la frontera checa, y que contará también con nutrido apoyo vecino.

Pero es que, enfrente, los checos pueden quedarse fuera si pierden, así que aquí se la juegan ambos a todo o nada. Les bastaría un empate para pasar a cuartos de final, siempre que los griegos no lograran ganar a Rusia por una diferencia de goles significativa. La República Checa no ha hecho nada revelante en el panorama internacional desde que en 2005 ocuparan el segundo puesto del Ranking FIFA, poco después de disputarse una Eurocopa en tierras portuguesas que los checos estuvieron cerca de conquistar.

Empuje polaco y dudas checas

Ambos llegan tras dos partidos en los que los polacos han ido a más y los checos han dejado un poso desigual. Los primeros han ofrecido por momentos un juego intenso, combinativo, pero sobre todo se han ganado la simpatía de los aficionados en general por su entrega y confianza, por su disputa y sus ganas de seguir adelante en la competición, por su juego colectivo y esforzado, virtudes que ha encarnado como ningún otro jugador su joven capitán Kuba Blaszczykowski. Sin embargo, su técnico ha avisado cara al choque de hoy: «Los italianos defienden y son capaces de ganar, ¿por qué no podemos nosotros hacer lo mismo?». En cualquier caso, hoy es el día en que todos, polacos y aficionados en general, esperan al bueno del punta Lewandowski.

Enfrente, los checos, con un juego sembrado de dudas y con cuentagotas, dudan si tendrán disponible a su estrella Tomas Rosicky, dolida en un tendón de Aquiles. Ir a por empate ante el previsible empuje polaco cuales arcaicos lanceros a caballo frente a los panzer alemanes, se antoja del todo suicida.