Confebask intenta salirse ahora del lío de haber pedido «un gobierno fuerte»
El presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, aclaró ayer que pedir «un gobierno fuerte», tal y como hizo la víspera, no era pedir un adelanto electoral. Así lo habían interpretado medios y partidos, extremo que trajo consigo una fuerte crítica por parte del PSE.
GARA |
Confebask recurre al «esto no es lo que parece». El jueves, su presidente, Miguel Ángel Lujua, preguntado por si creía que sería conveniente o no para la situación de la economía un adelanto de las elecciones en la CAV, respondió que, para la economía y los tiempos que se viven, es «muy importante» tener un «gobierno fuerte para tomar decisiones». No quiso ir más allá. «Ahí me quedo -dijo-, un gobierno fuerte es muy importante para sacar este país adelante, pero el que tiene la capacidad de convocar elecciones no es Confebask ni la patronal, es el lehendakari».
Medios y todos los partidos entendieron que, efectivamente, la patronal apostaba por el adelanto electoral. Los partidarios, como Xabier Agirre, del PNV, reclamaron al lehendakari que «no haga oídos sordos» a este tipo de demandas. Por contra, desde el PSE, dijeron estar «sorprendidos» -y evidentemente molestos- por la actitud de Confebask, a quien José Antonio Pastor preguntó qué garantías tiene de que el adelanto electoral que piden tenga como resultado un Gobierno más fuerte que el actual».
En medio de semejante lío, Lujua echó mano de su blog en internet para aclarar que pedir un gobierno «fuerte», como hizo Confebask, «no tiene que ver con claves electorales o partidistas, sino con las prioridades y apoyaturas que nos exige salir» de la crisis.
Insistió en que no pidieron un adelanto de las elecciones autonómicas en la CAV porque «ni nos corresponde ni tenemos competencias para solicitarlo». Lujua añadió que el objetivo de la patronal «no es restar, ni dividir, ni enfrentarnos, ni mucho menos hacer política, sino ayudar a la economía vasca».
El portavoz de Alternatiba Oskar Matute pidió a Confebask que no condicione más la vida institucional y «deje las políticas neoliberales en manos de sus partidos títeres, PP, PNV y PSE, que tan bien han respondido siempre a sus intereses»