Salvo que el proceso de validación de avales, que estaba previsto concluyera la pasada madrugada haya dicho lo contrario, los socios de Osasuna tendrán una nueva cita con las urnas diez años después de aquel proceso electoral que encaramó a Pachi Izco a la presidencia del club, con una mayoría de en torno al 75% de los sufragios.

Pese a las dudas y los problemas de esta última semana, Javier Zabaleta presentó ayer ante la prensa su candidatura, convencido de poder reunir los 608 avales válidos necesarios para ser proclamado candidato oficial, ya que había entregado más de 1.000 firmas.

Miguel Archanco, compañero de junta directiva de Pachi Izco durante los últimos diez años, ya anunció el 11 de mayo su candidatura a la presidencia y el jueves entregó en las oficinas del club 1.153 avales para poder concurrir a las elecciones, también pendientes de validación.

En el acto de ayer, Zabaleta presentó las líneas generales de su proyecto y los miembros de su candidatura, formada por otras nueve personas -Ignacio Jiménez, Luis Ibero, Juan Asurmendi, Pedro Zudaire, Luis Sabalza, Jorge Batalla, Iñigo Huarte, Pilar Irazabal y Juan Carlos Huarriz- y aseguró que, en el caso de ganar las elecciones del día 30, cuenta como entrenador con José Luis Mendilibar, renovado por Pachi Izco sin concluir esta temporada.

Aval ante la LFP

Zabaleta admitió que, aunque empezó a buen ritmo la recogida de los avales de socios, después se sintió «agobiado» ante la dificultad de reunir los 608 necesarios, pero remarcó que ha querido «ir con el número suficiente» para ser candidato.

Zabaleta debe avalar económicamente ante la Liga de Fútbol Profesional el 15 por ciento del presupuesto del club, según establece la Ley del Deporte, a diferencia de Archanco, quien está exento de este requisito como miembro de la directiva de Izco y el balance contable positivo durante los diez años de gestión, aunque sí tuvo que hacerlo cuando entró en Osasuna en el año 2002.

Al respecto, Zabaleta aseguró que los avales económicos «están conseguidos», aunque desveló que, si son elegidos, reducirán el presupuesto en torno a diez millones de euros, para dejarlo en 20 millones, con lo que su junta directiva deberá avalar 3 millones y no los 4,3 millones que se barajaban en un principio como necesarios.

El candidato a la presidencia del club osasunista explicó que, por patrimonio personal, tenían «más de cinco veces el montante del aval» necesario, pero precisó que a los bancos no les interesaban los bienes sino el dinero, algo que les ha «dificultado» su obtención.

Asimismo detalló que, de los 3 millones avalados, uno de ellos lo garantizan dos miembros de su candidatura, otro millón se reparte solidariamente entre el resto de los miembros de la posible junta y el último millón lo cerraron ayer mismo.

Zabaleta aseveró que Osasuna puede competir en Primera División con un presupuesto de 20 millones de euros e incluso jugar la Liga Europa, ya que su objetivo es ajustar los gastos a los ingresos en una política de cambio en el club.

«Queremos cambiar Osasuna. Es fundamental el cambio en Osasuna y creemos que somos el cambio», afirmó Zabaleta, quien añadió que en la actualidad Osasuna «es un club sin ideas, un proyecto agotado que solo sabe generar deuda».

Bajo el lema de «Recuperar el espíritu de Chiquilín», y con el mandato de Fermín Ezkurra como referente, en el aspecto económico, Javier Zabaleta cargó contra el aumento cada año de la deuda del club, que cifró en 71 millones y entre 10 y 12 de la Fundación. En este sentido, Iñigo Huarte, responsable del área económica de la candidatura, anunció su intención de realizar una auditoría para conocer la situación real y prometió austeridad, revisando contratos de servicio y personal y buscando publicidad para la camiseta.

En cuanto al proyecto deportivo, Zabaleta quiere dar un gran protagonismo a la cantera, dando mayor importancia a los futbolistas navarros, con una plantilla profesional de solo 22 futbolistas.