Rusia advierte de que la salida de Al-Assad del poder no figura en su agenda
Rusia advirtió ayer que no apoyará el derrocamiento del régimen sirio y que una hipotética salida del poder del presidente, Bashar al-Assad, no figura en su agenda de negociaciones con los países occidentales.
GARA | DAMASCO
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, negó que su país esté hablando con Occidente de la sucesión del presidente sirio Bashar al-Assad, como dijo horas antes su homólogo francés, Laurent Fabius. «Conversaciones de este tipo no se están realizando y no pueden tener lugar. Eso está en contradicción total con nuestra posición. No participamos en el derrocamiento de regímenes ni mediante la aprobación de acciones unilaterales del Consejo de Seguridad de la ONU ni mediante ningún tipo de complot político», aseguró el jefe de la diplomacia rusa.
En un mensaje dirigido a Estados Unidos, subrayó que espera que no tome medidas unilaterales contra Siria sin el beneplácito del Consejo de Seguridad.
Reiteró que el cambio de Gobierno en Damasco ni siquiera figura en la agenda de las negociaciones entre Rusia y los países occidentales.
Insistió en que si se celebra un amplio encuentro internacional sobre Siria, deberá contar con la participación de Irán y en él solo se debería debatir sobre cómo se pueden crear las condiciones necesarias para que se inicie un diálogo político, no el contenido de ese diálogo o posibles condiciones para que se lleve a cabo, como la dimisión del presidente sirio. Horas antes, el ministro de Exteriores francés afirmó que mantienen conversaciones con Rusia, aliado de Siria, para preparar la era posterior Al-Assad. «Los propios rusos no le tienen mucho aprecio hoy en día. Ven que es un tirano y un asesino. Pero sí son sensibles, en caso de que sea derrocado, a la cuestión de quién lo sustituirá. Las conversaciones tratan sobre esto», dijo.
La revuelta contra el Gobierno sirio cumplió ayer su decimosexto mes, por lo que grupos opositores convocaron protestas en todo el país.
El jefe del equipo de observadores de la ONU, Robert Mood, denunció que no hay la voluntad de emprender un proceso de diálogo. «Durante los últimos diez días se ha intensificado la violencia, y lo han hecho ambas partes, con bajas en ambos bandos y un riesgo importante para nuestros observadores».
Representantes de varios grupos de la oposición siria comenzaron ayer en Estambul una reunión de dos días para «unificar» posturas, tal y como subrayó Burhan Ghalioun, expresidente del principal movimiento opositor en el exilio, el Consejo Nacional Sirio (CNS).
En la cita también participan delegados de varios países árabes y occidentales, que mantuvieron «una pequeña reunión» con la oposición antes de finalizar la reunión. El Estado francés estuvo representado por su exembajador en Damasco Eric Chevalier, que regresó a París en noviembre para denunciar la violencia. Alemania, Estados Unidos, Italia y Turquía también enviaron una representación diplomática de alto nivel.
El objetivo es poner fin a la fragmentación de la oposición de cara a la gran conferencia de la oposición convocada aún sin fecha en El Cairo bajo el auspicio de la Liga Árabe. «Estamos aquí para definir una posición común. Hay muchos más puntos de diferencia entre nosotros», comentó a Bassma Qodmani, jefe de relaciones externas en el SNC.
El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de bombardeos en Deir al Zur y Rastan. GARA