El presidente de EEUU, Barack Obama, lamentó ayer la muerte del príncipe heredero de Arabia Saudí, de 78 años de edad, Nayef bin Abdelaziz, al que calificó de «eficaz aliado». La secretaria de Estado, Hillary Clinton, también expresó su pésame a la familia real saudí.

En un comunicado, Obama recordó que Abdelaziz fue «durante décadas» ministro de Interior del país y «se dedicó a la seguridad de Arabia Saudí y de toda la región». Remarcó que «bajo su liderazgo, EEUU y Arabia Saudí desarrollaron una alianza sólida y eficaz en la lucha contra el terrorismo, que ha salvado incontables vidas estadounidenses y saudíes».

En la misma línea, Hillary Clinton se mostró «profundamente entristecida» por la muerte de «un aliado clave».