A pesar de que hay quien dice que en muchos campeonatos la medalla de bronce suele dejar mejor sabor de boca que la de plata, por eso de terminar ganando, encontrar la motivación suficiente para un partido como el de ayer no era sencillo para Oinatz Bengoetxea ni para un Mikel Idoate que en los próximos días se enfrenta a cuatro exámenes de Derecho. Pese a ello, ninguno de los dos escatimó un gramo de esfuerzo, de ello dan fe los 261 pelotazos que se cruzaron, pero ayer se vio claro que el de Asegarce tenía más motivos para la redención.

Justo una semana antes, el de Leitza se sintió impotente ante la exhibición de Aimar Olaizola en la semifinal y desde el primer pelotazo salió con ganas mostrar que es mucho más pelotari de lo que enseñó siete días antes en el mismo escenario. Así, tomó el mando del partido desde el primer pelotazo y no dejó de llevar la iniciativa en el marcador en ningún momento.

No obstante, por mucho que la eliminación de Idoate ante Irujo fuera mucho más honrosa, el de la Txantrea no se lo puso para nada sencillo, sobre todo en la parte inicial del partido.

Metidos en el cuatro

En este comienzo del partido, al delantero de Asegarce le costó alargar la pelota con su derecha y ambos pelotaris se amontonaron en los cuatro primeros cuadros, como si de un partido del acotado -ambos participarán en el cuatro y medio navarro en los próximos días- se tratara. Ahí alternaron aciertos y errores y el choque fue bastante igualado hasta el 7-6, eso sí, con Bengoetxea VI siempre por delante.

Hasta entonces las defensas se habían impuesto a los ataques, pero poco a poco el delantero de Leitza fue gozando más sus pelotazos, se fue despojando de la presión de Mikel Idoate y, una vez haber abiertos huecos, encontró en la dejada la vía para hacer daño a su rival. Un parcial de 7-0 le permitió romper el partido a su favor y Mikel Idoate no tuvo respuesta para el arreón del de Asegarce, que completará el podio con los finalistas del próximo domingo.