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EUROCOPA Grupo B

El grupo de la muerte hace honor a su nombre

Ni siquiera Alemania tiene la clasificación asegurada, aunque el drama se vive en la selección holandesa.

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Amaia U. LASAGABASTER I

Con las subcampeonas del mundo y Europa, un Portugal al que no le faltan grandes jugadores y una Dinamarca al que se concedió el papel de cenicienta sin excesiva convicción, el Grupo B de esta Eurocopa se ganó de inmediato la etiqueta de «grupo de la muerte». Apelativo al que va a hacer honor porque llega a la última jornada de esta fase con los cuatro equipos peleando por seguir adelante. Ni siquiera Alemania, con dos victorias a sus espaldas, tiene la clasificación asegurada.

Aunque sí muy cerca, evidentemente. De hecho, un empate le basta no solo para acceder a cuartos, sino para hacerlo como líder del grupo. Solo quedaría eliminada en caso de una auténtica carambola: Dinamarca debería hacerle al menos cuatro goles, con una diferencia de dos goles o más y además Portugal debería ganar en su partido. Lo de los lusos también necesita explicación. Se clasificarán si ganan, a no ser que Dinamarca gane por diferencia de un gol y marcando más de dos goles. También si empatan y Dinamarca no gana. E incluso si pierde por un margen de un gol y Dinamarca también cae.

Para daneses y holandeses, las cuentas son mucho más fáciles. La selección de Morten Olsen se clasifica con cualquier victoria. Un empate solo le vale si pierde Portugal. Y en caso de derrota ante Alemania, se va a la calle. El drama es para Holanda, que debe ganar por una diferencia de al menos dos goles y esperar que Dinamarca caiga.

En definitiva, que los cuatro equipos pueden clasificarse y los cuatro pueden, igualmente, regresar a casa.

Nada es imposible

Alemania y Dinamarca defenderán sus opciones en Lviv, donde los primeros ejercerán de favoritos y su rival tratará de repetir la sorpresa de la jornada inaugural frente a Holanda. Olsen deberá hacer frente a la baja del lesionado Rommehdal, al que sustituirá Mikkelsen, y posiblemente a la de Niki Zimlig, aunque el mediocentro pudo entrenar ayer. Si no se encuentra en condiciones, el técnico tendrá que elegir entre Poulsen, un Jakob más ofensivo y que lo hizo muy bien frente a Portugal o, si tiene el día conservador, Christian. Con cualquiera de ellos, es consciente de que le costará superar a una Alemania que ha respondido al papel de favorito «tanto en resultados como en juego. Será difícil contra un superequipo, que tiene un cuerpo técnico muy capaz, que ha sabido lograr que los alemanes no tengan solo efectividad, sino que también jueguen de forma vistosa». Pero la esperanza es lo último que se pierde. «Nada es imposible. Vamos a ir a por ellos», advierte.

Y en Alemania no dudan de ello. De ahí que Joachim Löw no quiera ni oir hablar de refrescar un once que le está dando muy buenos resultados, cuando la clasificación no está todavía asegurada. «No reservaré a ningún jugador. Eso es algo que no voy a hacer en un partido en el que hay mucho en juego», advirtió el técnico que, de todos modos, sí tendrá que realizar un cambio, ante la sanción de Jerome Boateng. Lo más probable es que apueste por Lars Bender, aunque tampoco hay que descartar a Benedikt Höwedes. O que Philipp Lahm cambie de banda y Marcel Schmelzer entre en la izquierda. O, incluso, que el técnico teutón se decante por una defensa de tres.

Cambios ofensivos

Los cambios sí parecen asegurados en Holanda. De corte claramente ofensivo, teniendo en cuenta que solo ha anotado un gol en 180 minutos y que hoy necesita celebrar al menos dos -además de la derrota de Dinamarca- para rubricar la carambola. Bert Van Marwijk podría, así, sacrificar a De Jong en favor de Van der Vaart o Strootman. Por arriba, a Afellay le tocaría chupar banquillo, con Van Persie y Huntelaar conformando una dupla atacante de miedo. «Tenemos que ganar con dos goles de diferencia y la táctica estará basada en eso», asume el técnico oranje, que espera que sus jugadores no se dejen llevar por las prisas y «tengan paciencia», pero que tampoco se duerman en los laureles. «En los dos partidos anteriores nos ha podido la ansiedad. Pero estoy convencido de que si marcamos pronto, tendremos oportunidades para hacer el segundo».

Lo que preocupa en Portugal -aunque buena parte de la rueda de prensa de Paulo Bento estuvo acaparada por las cuestiones en torno a Cristiano Ronaldo- son, contrariamente, los goles encajados, tres en dos partidos. También el cuchillo entre los dientes con el que saltará Holanda al campo, aunque el seleccionador luso no quiere que su equipo esté a verlas venir. «Nuestro objetivo no es defender el resultado, sino ganar. Y después ya veremos qué pasa», aseguró, en referencia al choque de Lviv, aunque Bento descarta que haya pacto entre Alemania y Dinamarca. «Creo en los deportistas», zanjó Bento, que no realizará cambios en la formación inicial.

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