GARA > Idatzia > Kultura

Crónica | Azkena rock FESTIVAL

La voz de Jim James nos hace soñar

Tras el fallo de Black Sabbath, la jornada del sábado se quedó en solitario en cuanto a grandes nombres. 17.000 personas disfrutaron de un nuevo sábado de Azkena Rock Festival. My Morning Jacket, Lynyrd Skynyrd y The Darkness arrasaron en el horario estelar.

p048_f01.jpg

Izkander FERNANDEZ I

My Morning Jacket son la banda sonora de un sueño. O, más bien, la banda sonora de los soñadores. La garganta de Jim James es capaz de teletransportar al oyente a un universo paralelo. A veces oscuro, otras veces florido, húmedo o seco, quejumbroso o festivo. Pero siempre un sueño. La voz es el cerebro, el hilo conductor. Las guitarras, sin embargo, son las alas. Soñar volando. Volar soñando. Pero siempre con guitarras.

La banda de Jim James, nombre de pistolero de carácter reservado, ya estuvo en el ARF de 2006. Entonces, eclipsados por esos mediáticos encantadores de masas llamados Pearl Jam, My Morning Jacket pasó desapercibido. El sábado en el escenario grande del ARF 2012, sin embargo, MMJ ya había triunfado antes de salir. No quizá porque Mendizabala se detuviera para contemplar una de las actuaciones más esotéricamente emocionantes de la historia del festival. Pero sí porque LTI les dio la batuta y el mejor horario pese a que James y los suyos no son una banda grande para el público. No serán populares pero sí una de las bandas más gigantescas surgidas en la era moderna y post apocalíptica creada por Internet.

En Gasteiz empezaron enchufados. Como si quisieran zanjar el concierto casi antes de empezar. Lamieron «Circuital», su última obra de estudio, en varias ocasiones. Esquivaron su predecesor «Evil Urges» y se centraron en «Z», su revolución compositiva. Será difícil pero si vienen en una tercera ocasión, el ARF les recibirá con los brazos abiertos.

El momento de «Free bird»

Antes de My Morning Jacket el principal protagonista de la banda sonora original del Azkena Rock Festival hizo las delicias del rockerío en general. Convertidos prácticamente en una franquicia continuista más que en una banda al uso, los Lynyrd Skynyrd actuales son una maquinaria perfecta. Grandes músicos con una entrega fuera de toda duda tocando en directo uno de los legados más míticos del planeta rock. Faltan personalidades, una falta más marcada cuando por sus filas han pasado auténticos monstruos, pero se suple con ilusión y grandes dosis de profesionalismo.

Rock sureño, «Sweet Home Alabama», banderas confederadas, «Simple man» y chistes rockistas como «Gimme three steps» conformaron la espina dorsal de su actuación.

Tras una leve ausencia, volvieron para celebrar uno de los momentos más esperados de la historia del ARF. «Free bird», el himno del rock sureño, un canto a la libertad y el tema que en más ocasiones ha cerrado Mendizabala mientras los fieles agitaban sus melenas al viento y empuñaban una guitarra imaginaria sonó en directo. Por fin. Lisérgico punteo tras punteo, vueltas de tuerca, telas de araña de notas imposibles y felicidad absoluta en el rostro de todo el mundo. El viaje, el Azkena Rock Festival, ha merecido la pena. Y que dure.

La edición 2012 para quien escribe terminó con The Darkness, también en el escenario principal una media hora después de My Morning Jacket. La última gran banda británica de hard rock británico volvió a los escenarios el verano pasado tras un breve lapso de tiempo, separados por problemas con las drogas.

Recreadores absolutos de los mil y un chichés del rock n' roll, The Darkness tienen un arma que muy pocas bandas tienen: grandísimas canciones. Así con tan solo dos discos en el mercado, su repertorio, los temas que suenen o dejen de sonar, termina por ser secundario. Lo que suene, brilla.

Ahora, otra vez a contar los días que faltan para el próximo ARF, siempre que la tormenta económica no lo arrase todo.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo