Hace siete días los ediles del PSE y del PNV mostraron su apoyo a la consulta popular planteada por Bildu en el Ayuntamiento de Gasteiz. Hace solo una semana, catorce ediles votaron a favor de un propuesta participativa que defendía la celebración de un referéndum para definir el emplazamiento final de la futura estación de autobuses. Sin embargo, ayer la situación dio un giro de 180 grados. En una sesión extraordinaria y urgente, el grupo municipal del PSE decidió presentar una enmienda de sustitución a la propuesta técnica diseñada por Bildu: un texto, fechado el pasado 12 de mayo y presentado el jueves por la coalición, que fijaba la fecha -14 ó 21 de julio- de la «Encuesta Ciudadana».

Al parecer, la fecha y la denominación escogida por Bildu no eran del agrado del PSE, que ayer decidió presentar una iniciativa en la que propone una consulta popular «en los términos establecidos en la legislación vigente». Lo que significa que, para poder llevarse a cabo, la misma debería ser aprobada por el Gobierno español.

El portavoz del PSE, Patxi Lazcoz, presentó esta propuesta una vez iniciado el pleno extraordinario, convocado a petición de Bildu para poder zanjar los pormenores anexos a la celebración de la consulta. Sus primeras palabras, lejos de defender el proceso participativo, estuvieron dedicadas al debate iniciado en el pleno del pasado lunes. Un «espectáculo lamentable», según su opinión.

En el mismo sentido, durante su intervención, el exalcalde de la ciudad criticó la propuesta de Bildu, apoyada en un primer momento por el dirigente del PSE, y denunció que la participación «se ha convertido en un paripé sin label democrático».

Tras cargar contra todo lo que él mismo había apoyado con anterioridad, Lazcoz presentó ante el resto de concejales una nueva iniciativa, donde se apuesta por crear un grupo de trabajo para redactar los términos en los que se celebraría la consulta. Un referéndum, sujeto ahora a la decisión del Ejecutivo de Madrid, que puede dilatarse hasta comienzos del año 2013

«Inaceptable »para Bildu

Sorprendido ante la propuesta planteada por Lazcoz, Kike Fernández de Pinedo (Bildu) optó por solicitar un receso para estudiar el texto. Con un tono de voz muy serio, el portavoz de la coalición soberanista criticó las «incoherencias» del PSE y recordó que fue el propio exalcalde quien propuso la tramitación en pleno de la consulta, para sellar un acuerdo sin una vinculación legal y así evitar acudir con la iniciativa a Madrid.

A este respecto, el concejal señaló que la tramitación de la consulta en el Consejo de Ministros español es una condición «inaceptable» para Bildu, que prefiere realizar el referéndum utilizando las opciones dispuestas en el reglamento interno del Ayuntamiento de la capital alavesa. A su vez, el edil desestimó la iniciativa del PSE por los plazos de tiempo. «No sé por qué no presentaron esta iniciativa hace diez meses, cuando comenzó el problema», destacó.

PNV, PP y Bildu

Una vez finalizado el debate, los concejales presentes en el pleno -todos a excepción del alcalde, Javier Maroto, y de la teniente de alcalde, Idoia Garmendia- votaron la iniciativa del PSE, que obtuvo el respaldo de los seis ediles jeltzales. La suma de los votos -doce de un total de 27- no alcanzó la mayoría absoluta necesaria para poder continuar la tramitación de la iniciativa. Pero como consecuencia, su aprobación por mayoría simple echó por tierra la propuesta presentada por Bildu, que ni siquiera pudo ser sometida a votación.

El portavoz del PNV, Gorka Urtaran, que solo utilizó su turno para explicar el voto de su partido, volvió a señalar que la consulta propuesta por la coalición no era del agrado de su formación. La afirmación choca con la posición mostrada el pasado lunes, cuando dos ediles de su partido votaron a favor de la moción presentada por Bildu. Por su parte, Miguel Garnica (PP) se mostró contrario a la consulta.

En una reflexión posterior, Bildu lamentó la actitud mostrada por PSE y PNV, y recordó que los pasos en favor de la consulta popular -finalmente fallida- fueron resultado del trabajo realizado por sus ediles. De todos modos, la coalición soberanista y de izquierdas se mostró satisfecha por haber abierto el camino a la participación ciudadana en Gasteiz.