Un joven de 31 años resultó con heridas muy graves en la madrugada del pasado sábado al domingo al precipitarse del andamio que está instalado en la catedral de la capital labortana donde, desde hace meses, se procede a diversas obras de limpieza y mejora.

El hecho se produjo hacia las 3.00 cuando tres amigos subieron a la estructura, al parecer, para divertirse. Debido a la oscuridad, uno de ellos no se dio cuenta de que faltaba una tabla en la pasarela por donde caminaba y cayó al vacío desde una altura de 5 metros.

El herido que fue trasladado por los servicios de Urgencias al hospital de Baiona, sufre un traumatismo de cráneo muy grave y su estado fue calificado por los médicos de pronóstico reservado.

Por otro lado, todavía ayer no se había encontrado el cuerpo de la joven bearnesa de 22 años, vecina de Angelu, que cayó al mar en el denominado «Agujero del Diablo» de Biarritz, también en la madrugada del mismo sábado.