Francia no debería tener problemas para deshacerse de la ya eliminada Suecia -Olímpico de Kiev, 20.45, Cuatro- gracias a su última trayectoria -23 partidos sin perder- y al gran juego que han desplegado en lo que se lleva de torneo y que le hacen ser uno de los firmes candidatos al título final.

Los dirigidos por Laurent Blanc han lavado la mala imagen de Sudáfrica y son ahora mismo un bloque compacto en todas sus líneas, en el que destacan un buen número de centrocampistas con peligrosa llegada y olfato de gol, además de hombres de recambio de total garantía. Con esa baza, es muy posible que los blues realicen una serie de cambios en su once para medirse a los escandinavos y con la ventaja de conocer de antemano cuál es el cruce de cuartos que más les favorece. Incluso pueden permitirse el lujo de una derrota por la mínima para no tener que hacer las maletas de manera anticipada, lo que sería un auténtico sorpresón.

Tras sus dos derrotas consecutivas, a Suecia solo le queda el orgullo de no irse de vacío de la Eurocopa. Los dirigidos por Erik Hamrén, quien va a disponer de un margen de confianza hasta el Mundial de Brasil, iniciaron el torneo con unas grandes expectativas e incluso su concurso frente a Ucrania e Inglaterra vino marcado por la circunstancia favorable de adelantarse en el marcador, pero la defensa escandinava no ha respondido a su tradicional solidez.

Su frágil zaga ha encajado un total de cinco goles hasta ahora, uno de los factores que han determinado que se viese materialmente eliminada antes de tiempo. Si no mejora ese aspecto, Suecia será presa fácil para una Francia que tiene mucha pólvora arriba.