La Guardia Civil trasladó ayer a los aproximadamente 250 presos de la antigua cárcel de Iruñea a la nueva, ubicada en la colina de Soltxate-Santa Lucía, según informaron a Efe desde Instituciones Penitenciarias.

El nuevo complejo carcelario y el centro de inserción social construido en las mismas instalaciones han supuesto una inversión de 115,5 millones de euros. Las instalaciones, que sustituyen a la antigua cárcel, que data de 1907, están ubicadas en una superficie construida de 75.530 metros cuadrados, cuentan con 504 celdas con literas distribuidas en diez módulos residenciales y 120 plazas complementarias repartidas entre un módulo de régimen cerrado, uno de ingresos, salidas y tránsitos, y otro de enfermería.

Las instalaciones fueron inauguradas hace dos semanas con la presencia estelar del ministro de Interior español, Jorge Fernández. Herrira denunció la política carcelaria y hubo también protestas contra las macrocárceles y la ubicación de esta.

Una concentración convocada por Salhaketa denunció ayer que la reciente muerte de dos personas presas en Zaballa supone «la aplicación extrajudicial de la pena de muerte». Pidieron su cierre cautelar mientras se investiga.