Gasteiz busca más autonomía y obra vasca para Guggenheim Bilbao
El informe ratificado por la ponencia parlamentaria del museo Guggenheim, con el respaldo de PSE, PP y UPyD y el rechazo de PNV, plantea «la superación del régimen de franquicia» de la pinacoteca bilbaina y que, en la negociación con la Solomon R. Guggenheim Foundation para renovar el acuerdo con el Gobierno de Lakua y la Diputación de Bizkaia, se consiga mayor autonomía y que los artistas vascos tengan una mayor presencia.
Ane ARRUTI | BILBO
Más autonomía y mayor presencia de obras de artistas vascos son las principales recomendaciones del informe de la ponencia sobre el museo Guggenheim que superó ayer el trámite de ratifición de la comisión de Cultura del Parlamento de Gasteiz, tras su primera aprobación la semana pasada. El informe, resultado de más de dos años de comparecencias y que recibió el apoyo de todos los grupos parlamentarios a excepción del PNV que votó en contra por considerarlo «parcial», propone «mejoras» para el acuerdo que negociarán el Gobierno de Lakua y la Diputación de Bizkaia con la Solomon R. Guggenheim Foundation (SRGF) en 2014.
El texto subraya la necesidad de adecuar el acuerdo al nuevo contexto, al considerar el museo bilbaino «una pieza clave y no marginal de la estructura Guggenheim». Por ello, propone la «superación del régimen de franquicia» y que, en ese sentido, «debería ir adquiriendo una mayor responsabilidad dentro de la red, una mayor autonomía y capacidad de decisión en la programación y un perfil propio, sumando intereses y sinergias, no subordinado a la SRGF».
El texto recibió de nuevo el rechazo del grupo parlamentario del PNV, quien mantuvo 48 enmiendas de las 60 presentadas. La parlamentaria Leire Corrales insistió en que «es un informe totalmente parcial» y consideró que no se ha tenido en cuenta a la Diputación de Bizkaia -a pesar de que una de las comparecientes fuera la diputada de Cultura, Josune Ariztondo-.
Escasa presencia vasca
Además de la «indefinición de los criterios» de la colección propia, el informe destaca «la llamada de atención sobre la escasa presencia de artistas vascos en la misma: la presencia de los grandes del arte vasco como Chillida y Oteiza es testimonial y solo recientemente se han adquirido obras de algunos artistas más jóvenes».
Se define el museo Guggenheim Bilbao como «un museo internacionalizado, pero desconectado de la realidad local en la que está inserto, sin que ambos planos tengan por qué ser opuestos y contradictorios. Siendo la entidad museística que más recursos dispone del prespuesto del Departamento de Cultura -solo en los últimos cinco años se han destinado más de 20 millones de euros de Lakua, además de otro tanto de la Diputación de Bizkaia- el museo no dinamiza tanto como podría el tejido artístico, investigador y mercantil vasco, sin que con esto quiera decirse que esta deba ser su principal o única labor».
El informe recoge la impresión de «no pocos comparecientes» de la «débil implicación del museo Guggenheim Bilbao con la creación y la investigación vasca y su difusión internacional» y concreta que «el hecho de que el 30% de las obras de la colección o de los artistas de la misma son vascos pudiera parecer relevante o satisfactorio si no se observan las cuantías invertidas y el hecho de que se trate de una presencia que no permite una lectura genealógica y generacional de la producción artística vasca de las últimas décadas».
Desde 1997, tan solo se han desarrollado tres exposiciones individuales de artistas vascos, a las que se suman «otras exposiciones colectivas de menor rango sin proyección exterior y con escaso presupuesto», subrayan. Solo Cristina Iglesias ha tenido una exposición en Nueva York.
Ese es precisamente otro de los puntos a mejorar porque «la potente red internacional Guggenheim no parece que haya sido un vector suficiente para la proyección del mundo artístico y creativo vasco».
Sobre la ampliación discontinua del museo bilbaino en Urdaibai, se señala que «las dudas de viabilidad de este proyecto, las cuantiosas inversiones requeridas, los impactos ambientales (...) requieren de un debate participado y democrático».
En la actualidad, Juan Ignacio Vidarte es el director del museo Guggenheim Bilbao y a la vez responsable de la estrategia global de la Solomon R. Guggenheim Foundation y, según las recomendaciones del Parlamento de Gasteiz, «el fortalecimiento de las estructuras del museo de Bilbao y una mayor autonomía no parecen ajustarse a esta posición dual», por lo que ve necesaria la creación de una dirección artística propia independiente de la gestión. Recuerda que la dirección artística de la pinacoteca bilbaina en régimen de exclusividad por parte de la SRGF fue en su origen cuestionada por el Departamento de Cultura de Lakua y que se constituyó una comisión asesora. «Tras la disolución de este equipo asesor inicial (1995) y la posterior marcha de J. González de Durana en 1998, no ha habido ninguna participación de expertos vascos y españoles independientes».
Por otro lado, las comparecencias concluyen que hay «una escasa vinculación con la UPV. Una institución de la importancia del Museo Guggenheim Bilbao debería estar conectada con los recursos de investigación académica». A.A.