CORACIA 0

ESPAÑA 1

In extremis se clasificó España como primera de grupo en un partido en el que los de Del Bosque estuvieron espesos ante una Croacia muy bien posicionada y que se la jugó en los últimos veinte minutos, pero a la que le faltó oxígeno por la presión asfixiante que había realizado con anterioridad. El combinado español se libra a priori de un posible cruce con Francia, uno de los combinados más en forma, y su rival en cuartos saldrá casi con seguridad del duelo entre ucranianos e ingleses.

El final fue feliz para la actual campeona continental y mundial, pero bien pudo variar el decorado si los balcánicos hubiesen estado más acertados en momentos decisivos del choque. Hasta entonces, el guión se desarrolló con una España que poseía la pelota, pero carecía de profundidad, entre otras cosas porque una Croacia todavía fresca se manejaba con acierto en las ayudas defensivas.

En el bando ayer de color celeste, el único que parecía tener las cosas claras era David Silva, apenas secundado por un Iniesta que aparecía con cuentagotas. A los veinte minutos el panorama era ejemplificante de por donde iba a desenvolverse el encuentro: más de un 75% de dominio español del esférico, pero apenas dos llegadas sin mucha claridad. La selección croata estaba llevando el duelo a su terreno, aunque la primera diana transalpina le obligaba de cara a la segunda parte a variar su estrategia y hacerla más ofensiva.

Bilic mueve piezas

Y antes de Slaven Bilic se decidiese por mover piezas para jugársela definitivamente, los vatreni dispusieron de su mejor ocasión para darle un vuelco total al partido. Todavía con fuerzas, Luka Modric llevó con rapidez una contra que acabó en un centro desde la derecha al segundo palo, donde entró a bocajarro Rakitic, pero el cabezazo del futbolista del Sevilla se encontró con el paradón de un Casillas que volvía a salvar a los suyos por enésima vez.

Llegado el cuarto de hora de la segunda mitad, ambos técnicos tiraron de banquillo. Del Bosque volvió a una disposición con falso «9», mientras Bilic quemaba naves recomponiendo su once para jugar con dos delanteros -dio entrada a Jelavic-, colocar a Perisic como volante izquierdo, mover a Rakitic a la derecha y bajar a Srna al lateral diestro.

La maniobra dio más opciones a los croatas en ataque, quienes tuvieron un empalme de Srna, que volvió a sacar Casillas. El preparador balcánico le dio otra vuelta de tuerca al dibujo, ubicando a Eduardo en el enganche y dejando su medular con solo tres hombres. Era casi un suicidio teniendo enfrente un contrario con futbolistas de mucha calidad. Y de uno de esos destellos, Xavi se inventó una vaselina que llegó hasta un Iniesta en posición muy justa que cedió el gol a placer a Navas.