Los sindicatos CCOO y UGT de Euskadi celebraron ayer una movilización conjunta en Bilbo para rechazar las políticas que se practican en materia financiera, fiscal y laboral y a los «duros» recortes que «empobrecen» a los trabajadores, y en demanda de otra política económica y social.

Bilbo acogió la primera de las movilizaciones convocadas por CCOO y UGT en distintas ciudades del Estado español contra la reforma laboral y los recortes sociales. Estos sindicatos organizaron dos manifestaciones que partieron simultáneamente de las sedes del BBVA en la plaza Circular y de la delegación del Gobierno de Gasteiz, para confluir en la plaza Moyua.

En este punto, los secretarios generales, Unai Sordo y Dámaso Casado, respectivamente, denunciaron las medidas que se están aplicando para afrontar la crisis. Para Sordo, estas políticas constituyen «una auténtica ley del embudo» con «la parte ancha para las entidades financieras» y «la parte estrecha para los trabajadores».

Recuperar viviendas

El dirigente de CCOO calificó de «desastre» la política laboral que se aplica, ya que las dos últimas reformas en este campo «están acelerando la destrucción de empleo».

Sordo también reclamó un plan para que la «ingente» cantidad de recursos inmobiliarios que poseen las entidades financieras y que «están muy devaluados» sirvan para que la población «pueda acceder en precios razonables a vivienda, fundamentalmente de alquiler».

Por su parte, el secretario general de UGT de Euskadi, Dámaso Casado, advirtió del riesgo que corren los convenios con la posible aprobación en el Senado de una enmienda para limitar su ultraactividad a un año. Además, el dirigente de UGT alertó de que se puede volver a épocas anteriores a la dictadura franquista, cuando los trabajadores «no teníamos derecho».