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Roma, Berlín, Madrid y París idean un plan de estímulo de 130.000 millones

Con Mario Monti como anfitrión, Angela Merkel, Mariano Rajoy y François Hollande se reunieron ayer en Roma con el objetivo de establecer las bases de un plan de crecimiento económico que salve la moneda única. Según señalaron tras el encuentro, dedicarán 130.000 millones de euros, el 1% del PIB de la UE, al estímulo de la economía junto con medidas de integración política y bancaria.

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En un intento de convencer sobre el futuro de la zona euro, los líderes de Alemania, Italia, Estado francés y español se reunierón ayer en Roma invitados por el primer ministro italiano, Mario Monti, para trabajar sobre un plan de crecimiento económico en la eurozona. Acordaron dedicar 130.000 millones de euros, es decir el 1% del PIB de la UE, al estímulo de la economía, acompañando esta iniciativa con una mayor integración política y bancaria. Una idea que ya venían rondando desde hace semanas.

No obstante, no detallaron las medidas concretas que pretenden adoptar. Tampoco explicaron de dónde sacarán los 130.000 millones destinados a «salvar» la moneda única. Monti, Merkel, Rajoy y Hollande llevarán el borrador del plan de estímulo al Consejo Europeo de los próximos 28 y 29 de junio.

Según explicaron los cuatro líderes tras la «minicumbre», los pilares básicos de esta iniciativa común serán una mayor integración para otorgar una mayor estabilidad del euro y desarrollar políticas que propicien el empleo.

«En el próximo Consejo Europeo propondremos medidas para realzar la economía, con inversiones, una apuesta por el fomento del empleo y el incremento de la competencia en Europa, así como hacer más en el mercado europeo», señaló Monti. Añadió que los cuatro líderes trabajan ya para definir los términos del gasto público que se deberá acometer para la inversión necesaria en pro de ese relanzamiento económico de Europa y la zona euro. Una zona euro cuya confianza está cada vez más en la cuerda floja.

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, señaló cinco asuntos en los que hubo acuerdo entre los cuatro líderes, empezando por el control del déficit público y la deuda estatal, un punto en el que se ha incidido desde el inicio de la recesión económica en los países de la zona euro.

El plan de Monti, Merkel, Hollande y Rajoy también incluye la aprobación de «reformas estructurales para mejorar la competitividad económica» en el seno de la UE, aunque no concreta cuáles. Se trataría de «mejores mecanismos de estabilidad financiera y una mayor integración entre los socios comunitarios».

Una vez más, esta vez de boca de Mariano Rajoy, los cuatro mandatarios insisteron en la «irreversibilidad del euro», cuestión en la que afirmó que hay una «apuesta indiscutible».

El recientemente elegido presidente francés, François Hollande, marcó la meta del próximo Consejo Europeo y abogó por ofrecer «una mayor confianza a Europa» con una «señal de cohesión, coherencia, estabilidad y solidaridad».

Por su parte, Angela Merkel, apuntó que «el tema del crecimiento y el empleo tiene que abordarse más enérgicamente», aunque por el momento las medidas impulsadas en la zona euro han ido dirigidas a recortar más que ha incentivar.

Merkel marca su pauta

Respecto al rescate al sistema financiero español y la petición del Ejecutivo de Rajoy de que se inyecte la ayuda directamente a la banca sin que pase por el Estado, la canciller alemana, Angela Merkel, rechazó rotundamente dicha posibilidad. Alegó que no existe autoridad comunitaria que controle las acciones de la banca de cada país e insistió en que la responsabilidad recae sobre el Gobierno y que es el Estado el que debe hacer frente al préstamo «porque es cada Ejecutivo quien puede hacer exigencias a sus bancos».

«La responsabilidad y el control van de la mano. Para mi y para el contribuyente debe haber un garante y el garante es el Estado español, porque es el Estado español quien puede decir a sus bancos qué pueden cambiar», afirmó. Según Merkel, «no se trata de permitir o no» sino de las reglas que marcan los fondos europeos de rescate. El fondo de rescate europeo en vigor y el futuro mecanismo de estabilidad que debe relevarlo a partir de julio son «mecanismos de solidaridad» y «cada Estado contribuye con sus garantías, lo que nos permite ayudar a países en dificultades», concluyó.

El Ecofin pide subir el IVA

Simultáneamente, los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) reclamaron ayer al Estado español que aumente el IVA y los impuestos medioambientales y suprima la deducción por vivienda que reintrodujo el Gobierno de Mariano Rajoy. Recomendó al Ejecutivo español que ponga en marcha estas medidas en los próximos meses para corregir sus desequilibrios económicos.

Pidió además que la edad de jubilación siga retrasándose a medida que mejore la esperanza de vida. No obstante, suprimió la petición inicial de Bruselas de que se acelerara la entrada en vigor de la nueva edad legal de 67 años que se aprobó en la reforma del año pasado. Eso sí, pide también más «medidas concretas» para garantizar que las personas mayores sigan en el mercado laboral el mayor tiempo posible.

Por lo que se refiere al IVA no hubo ninguna modificación a la propuesta del Ejecutivo comunitario. En concreto, invitó a «abordar la baja proporción de ingresos por IVA ampliando la base impositiva del IVA». Ello puede hacerse, según Bruselas, suprimiendo exenciones y eliminando los tipos reducidos (8%) y superreducidos (4%) que se aplican a muchos productos.

En cuanto a la consolidación fiscal, la UE reclamó un esfuerzo de ajuste anual superior al 1,5% del PIB y la aprobación a finales de julio de un plan presupuestario bianual para 2013-2014. También solicita que se vigile estrechamente la ejecutoria de las comunidades autónomas y que se cree una oficina presupuestaria independiente para controlar la política fiscal.

Incidir en la reforma laboral

Inciden en los recortes de Rajoy, el Ecofin recomienda al Estado español que aplique la reforma laboral y «adopte medidas adicionales para aumentar la eficacia de las políticas activas de empleo». Entre ellas, «reforzar la coordinación entre el INEM y los servicios públicos de empleo regionales», de manera que compartan información.

El Gobierno debe además revisar las prioridades de gasto y dedicar más dinero para las pymes, investigación, innovación y jóvenes. La UE ve prioritario aumentar los esfuerzos para reducir el abandono escolar y aumentar la participación en formación profesional y formación continua para ajustar las cualificaciones a lo que pide el mercado de trabajo.

Los ministros reclamaron además liberalizar las profesiones reguladas, reducir los plazos para obtener la licencia de apertura de un negocio y «eliminar las barreras para hacer negocios resultantes de solapamientos y normas múltiples a cargo de diferentes niveles de Gobierno».

Según la larga lista de recomendaciones, el Estado español tendrá que completar de forma prioritaria las interconexiones energéticas con los países vecinos y «abordar el déficit de tarifa de manera global, mejorando la eficacia en materia de costes de la cadena de suministro eléctrico». Finalmente, el Ecofin pide a Rajoy que complete la reforma del sector financiero.

De Guindos formalizará el lunes la petición del rescate

Todo apunta a que, finalmente, el Gobierno español solicitará oficialmente el lunes el rescate a sus socios europeos para recapitalizar un sector bancario al borde del abismo. El ministro de Economía, Luis De Guindos, anunció ayer que el lunes el Estado español solicitará formalmente la ayuda europea y que, inmediatamente, arrancarán las negociaciones oficiales del memorando de entendimiento. Es decir, el contrato en el que se detallarán los términos del préstamo. El pacto entre los países de la zona euro se podría aprobar así en la reunión del Eurogrupo, prevista para el 9 de julio.

Aunque se desconocen las condiciones del préstamo, las apuestas están abiertas. Según fuentes diplomáticas, la ayuda europea tendrá una cifra inferior a 50.000 millones de euros, aunque otras fuentes no quisieron confirmar la información.

Sin embargo, las auditorías independientes que han evaluado la situación de la banca española y que se hicieron públicas el miércoles, estimaron en un máximo de 62.000 millones de euros las necesidades de capital de las entidades. De Guindos matizó que esos análisis se basan en los peores escenarios posibles e incluyen una caída del PIB español del 4% este año. Una situación, que según él, es «absolutamente imposible que se produzca».

Por otro lado, y aunque es conocida la postura contraria de Merkel y otros líderes europeos, De Guindos también defendió la posibilidad de que la inyección de capital pueda hacerse de forma directa desde los fondos de rescate y sin pasar por el Estado. Es más, el ministro de Economía insistía en que es una opción que «está abierta».

Cuando el pasado día 9 acordaron dar al Estado español hasta 100.000 millones de euros para apoyar a la banca, los miembros del Eurogrupo decidieron que el préstamo se canalizaría a través del Estado, más en concreto del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). El propio De Guindos reconoció que esa vía es actualmente la única prevista en las normas de los fondos de rescate europeos.

La opción del Ejecutivo del PP cuenta con firmes defensores, como la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ayer aumentó la presión sobre Berlín para que permita la recapitalización directa y se pueda romper así el vínculo entre el riesgo bancario y el riesgo soberano. Por tanto, habrá que esperar hasta el lunes para conocer cual es el escenario final. GARA

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