EH JAIETAN
Solsticio mágico
La primera flor que abre sus pétalos en primavera es la flor de San Juan, pequeña y de una suave tonalidad amarilla. Ella da paso al resto del manto floral que viste hasta el otoño los campos y montes.
Pero este nombre tiene más singularidades, porque de las 365 noches de las que se compone el año hay una entre todas ellas que es diferente al resto. No es la oveja negra ni el patito feo, más bien todo lo contrario. Admirada, mística y con un gran poder de atracción, la noche de San Juan, la más corta de todas, reúne cada año alrededor del fuego purificador a millones de personas en el mundo.
En Euskal Herria fueron centenares de miles, cada uno en su pueblo, barrio o ciudad, en el mar, la montaña o el asfalto, pero todos y todas para celebrar el solsticio que da paso al verano. Y quién sabe si al amor, en una noche perfecta para los rituales del corazón, pero seguro que sí a la fiesta y a la magia.